"Take Five" es la historia de un experimento convertido en clásico del jazz; en opinión de Ted Gioia ( El Canon del jazz: los 250 temas imprescindibles. Madrid: Turner, 2013) fue "el primer instrumental de jazz moderno que vendió un millón de copias ... y también uno de los últimos", y una de las primeras piezas en utilizar un compás inusual para el jazz de aquella época, el de 5/4. Fue compuesto por Paul Desmond para el álbum "Time Out", perteneciente al grupo del que formaba parte (The Dave Brubeck Quartet), liderado por el pianista que daba nombre a este conocido cuarteto. "Time Out" fue un experimento en el que se incluyeron piezas escritas en compases musicales inusuales para el jazz de aquella época (1959). Lo cierto es que ni el propio Paul Desmond confiaba en su obra: "Todavía creo que era una idea dudosa en el mejor de los casos (...) En su momento me parecía algo prescindible. Estaba dispuesto a cambiar los derechos de autor de "Take Five" por una maquinilla de afeitar usada". Gracias a Dios no lo hizo; en cambio, tras su fallecimiento en 1977, cedió parte de los ingresos generados por derechos de autor (de esta canción y del resto de su obra) a la Cruz Roja estadounidense. Según nos cuenta Ted Gioia, en aquel momento tacharon esta partitura de "mera ocurrencia efectista" aunque, con el paso de los años, el compás de 5/4 se convirtió en algo habitual entre los músicos de jazz. La letra de este tema apareció dos o tres años después y fue escrita por el propio Dave Brubeck -con ayuda de su esposa Iola- para la gran Carmen McRae. "Take Five" es una de las canciones de jazz más versionadas y presentes en la cultura popular, a menudo sustituyendo la característica melodía de saxo por otros instrumentos, como el piano ( Michel Camilo), la guitarra ( George Benson, Chet Atkins, Davy Graham o Rodrigo y Gabriela), los ritmos latinos ( Tito Puente) o la voz ( Al Jarreau). Las dos primeras versiones son obligadas: la original de The Dave Brubeck Quartet y la de Carmen McRae, en este caso os propongo una grabación en directo en el Festival de Jazz de Montreaux (1982). Para la tercera me he permitido un pequeño atrevimiento; se trata de la banda estadounidense The String Cheese Incident, caracterizada por un sonido bluegrass eléctrico con influencias procedentes de otros estilos musicales.