Corría 1987, días de inmortalidad y noches de color, en la Era del Vinilo. Como otros tantos de la generación, nos ocupábamos en beber la vida y masticar todo el Rock & Roll que llegaba a los sentidos. Fue en aquel tiempo que un día THE DEL LORDS se cruzaron en nuestro camino. Hoy, su semblanza y el hallazgo de su último trabajo merecen nuestra atención y la suya.
Para ser honestos, celebrar aquel encuentro no tendría mucho sentido sin mencionar la caverna donde magos como éstos eran invocados para éxtasis de una parroquia curiosa de emociones y descubrimientos. El garito tenía un curioso nombre, 'DIABOLOS', siendo enseña y manantial de buena música en una época en que los bares cumplían funciones de divulgación musical, aparte de prender la chispa de la inconsciencia dispensando bebidas espirituosas. Quede aquí constancia de sincero agradecimiento, per saecula saeculorum.
Fue en uno de esos lances nocturnos que THE DEL LORDS hicieron saltar nuestras alarmas entre el martillo y el yunque. Sonidos garajeros, melódicos, contundentes y efectivos, pero sobre todo rabiosamente frescos. !Tan frescos como una crujiente lechuga, pardiez!. Una particular frescura que conectó de perlas con la efervescencia rockera general del personal de entonces. ¿Una muestra? "Judas Kiss", fue un fenómeno mundial gracias también a este vídeo.
Los DEL LORDS no son fronterizos al uso, sino urbanitas resabiados de la Gran Manzana, con un ojo puesto en Dixie y otro en California. Unos venían del punk y otros del rock urbano Alguien les etiquetó como los 'Beach Boys' de la Costa Este y se quedó corto. Con más acierto les encuadraron luego en el denominado nuevo rock americano, junto a otras bandas de semejante ralea que andando el tiempo volcarían sus influencias en un nuevo género: la americana music Desde los míticos ochenta hasta ayer por la tarde, ellos han estado ahí todo este largo tiempo, como un frígido tarro de mermelada de frambuesa. A un 'pop' se destapan las esencias del rock & roll y el blues, del country y el folk, con un denominador común: rock prístino y fresco, embrillantinado a veces, siempre melodioso y elegante.
Como muchos buenos grupos que eclosionaron a finales de los 80, en plena fiebre rockanrrolera, Los DEL LORDS no tuvieron suerte en sus trabajos posteriores ni cosecharon repercusión significativa en los medios. Como muchos de aquellos, los neoyorkinos encontraron refugio en el embarrado tramado de actuaciones en garitos de mala muerte y esperaron que escampase sin dejar de perseverar en el rock. Así hasta "ELVIS CLUB", fresquito y recién salido del tarro este 2013, donde Frank Funaro, Scott Kempner y Eric Ambel recuperan el fulgor emocionante de los tiempos en que invitaban a levantar la birra sobre la barra de 'DIABOLOS', en la emoción que significa enfrentar una auténtica banda de Rock' n' Roll, sin artificio, pegatinas ni campaña de marketing. Solo rock, una espita de sones conectando y expresando otra forma de sentir y comunicarnos.
Si comparte nuestra sensibilidad no deje pasar un momento más sin escuchar y dejarse llevar por la música de THE DEL LORDS. "When the Drugs Kick In", "All of My Life", "Chicks, Man" o "Letter (Unmailed)" le resultarán mil veces más convincentes que cuanto pueda esforzarme en contarle de ellas. Reconocerá enseguida o descubrirá por primera vez el tono de Scott Kempner, comprobará cómo Eric Ambel se emplea a fondo en temas del calibre de "Me and the Lord Blues", "Flying" y la versión de Neil Young, "Southern Pacific".
Ahora, escuche al completo en nuestra página el álbum "ELVIS CLUB" de THE DEL LORDS.
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