Revista Comunicación

The Divide: la justicia en manos de los hombres importantes

Publicado el 03 noviembre 2014 por Anade @Anade

“No me gusta cuando la ley es manipulada por hombres que se creen más importantes que otras personas. Como mi padre, como usted. Odio su arrogancia, odio que se sientan a salvo, odio que se sientan con derecho a sentirse a salvo. Quiero hacerlos sudar. Aunque ganen. ¿Usted no?”  Christine Rosa.

The Divide es una de esas producciones que van más allá de una simple sinopsis. Porque explicar su trama diciendo que es una serie sobre la aparición de nuevas pruebas en un importante caso de asesinato múltiple, es como tratar de explicar qué es una playa y quedarse únicamente con que hay arena. Es cierto que las nuevas pruebas son la razón por la que la vida de los protagonistas da un vuelco, pero para llegar hasta ahí ha habido que guardar muchos secretos, contar algunas mentiras y hacer sacrificios.

Christine Rosa es una estudiante de Derecho que emplea su tiempo trabajando en una organización caritativa que defiende a aquellos que no pueden pagarse un abogado, y lleva años leyendo las cartas que envía Terry Kucik, condenado hace más de una década por matar a una familia afroamericana de Philadelphia. Jared Bankowski, el compañero de aventuras de Kucik se convertirá en unos días en el primer ejecutado en el estado de Pennsylvania del siglo XXI, y la joven trata de encontrar una forma de detener el proceso y conseguir un aplazamiento. Pero el trabajo de Christine no es vocacional, no siente pasión por las leyes, sino que simplemente trata de conocerlas mejor para utilizarlas en favor de sus clientes. Y sin estar licenciada su cliente más importante es su padre, condenado a muerte por asesinar a su madre en un presunto ataque de celos.

Adam Page es el fiscal de la ciudad de Philadelphia, un hombre con aspiraciones políticas que se hizo popular hace once años, cuando llevó a juicio a los asesinos de la familia Butler, Terry Kucik y Jared Bankowski. Page es un hombre importante en la comunidad afroamericana, que es mayoría en la ciudad y una de las más importantes del país, pero vive con el temor de que alguien quiera desacreditar su labor y terminar con su carrera. Por ello, lo que menos le apetece a este padre de familia casado con una abogada empresarial, es que el caso que le encumbró vuelva a ser noticia por la aparición de pruebas que perjudicarían su nombre y el de su padre. Isaiah Page, su padre, es tras una larga y costosa carrera en el cuerpo de policía, un importante  e inteligente comisario que nunca olvida las dificultades por las que tuvo que pasar por culpa del color de su piel.

Terry Kucik es el hijo único de una familia de clase media de Philadelphia, que ha pasado los últimos once años entre rejas, acusado de un crimen que dice no haber cometido. Allí Kucik tiene que elegir el bando al que pertenece, especialmente porque no es muy querido entre los presos afroamericanos, y una esvástica dentro de un trebol de cuatro hojas es la tarjeta de presentación que ofrece su mano izquierda. Pero Kucik no se rinde, y mientras trata de mantenerse con vida intenta llamar la atención de la Innocence Initiative, una organización (basada en una entidad real)  que se ocupa de aquellos que buscan un juicio justo. Su perseverancia, y la necesidad que tiene Christine de encontrar una causa por la que luchar, le permitirán, más que buscar justicia, plantear todos los interrogantes que le han acompañado durante su larga estancia en la cárcel.

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Aunque los deseos de justicia impregnan todas las historias que conforman la serie, The Divide, que podremos ver en España a partir del día 4 en AMC, es algo más que una serie de abogados, una crítica al mejorable sistema judicial norteamericano o un alegato contra la pena de muerte. La producción creada por Richard LaGravenese y Tony Goldwin plantea una historia interesante que indaga en las entrañas de la justicia lejos de los juzgados y los abogados, dominadas por las ansias de poder de dos hombres que en pleno siglo XXI se convierten en los señores feudales de Philadelphia, dispuestos a cualquier cosa con tal de seguir siendo invitado a fiestas de postín o fotografiándose con personalidades. Pero un joven ansioso por conocer la verdad once años después, siendo personas distintas en escenarios completamente diferentes, será el que haga temblar su poder y con ello el control de sus vidas.

Además de una historia atractiva que consigue atrapar al espectador desde el primer momento, otro de los aciertos de The Divide es su elenco, en el que podemos encontrar numerosas caras conocidas de la televisión. Marin Ireland, a la que recientemente hemos podido ver en Masters Of Sex o Homeland, interpreta a Christine Rosa, la joven apasionada que trata de encontrar un resquicio legal con el que cambiar el pasado. Chris Bauer (True Blood, The Wire) en el papel de Bankowski y Joe Anderson como Kucik son los hombres que fueron encontrados culpables del asesinato de la familia Butler, mientras que Clarke Peters (Treme, The Wire) interpreta a Isaiah Page, y Damon Gupton (Suits, Rake) se ocupa del rol de su hijo Adam. Paul Schneider (The Newsroom, Parks & Recreation), Nia Long (House of Lies), Adam Rothenberg (Ripper Street) y Reg E. Cathey (House Of Cards) son otras de las caras conocidas que tienen un papel importante en The Divide. A pesar de que fue uno de los estrenos más discretos del verano, y que el anuncio de We TV de que no habrá segunda temporada no anima precisamente, siendo positivos parece obvio que The Divide tiene el honor de haber entrado en esa larga y llorada lista de series injustamente canceladas. Aunque nunca se pierde la esperanza de que alguien acuda a su rescate y le conceda la segunda temporada que debe a sus espectadores. Y que la propia serie se merece.

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