Hoy es el día que millones de personas han estado esperando durante seis inolvidables años. Un día que vamos a recordar de por vida todos aquellos que hemos sentido esa indescriptible emoción viendo este maravilloso espectáculo. Hoy es el día en el se apaga la luz que ha iluminado nuestras pantallas, desde que Jack abrió los ojos en medio de la jungla. Hoy se termina Lost, esta noche se pone fin al acontecimiento televisivo de la década. Hoy es el día en el que sentiremos que algo falta en nuestras vidas.
Cuando se dice “Lost” no hace falta explicar más. Los que hemos disfrutado de esta serie, todo este tiempo, sabemos lo que es. Y los que no la han visto nunca, saben que algo tiene para que todas esas almas estén en vilo por las aventuras de unos desconocidos en una isla, saben que no es una serie cualquiera. No puede serlo, una serie en la que caben aviones, submarinos, osos polares, cuevas, escotillas, monstruos, flashbacks, estaciones Dharma, otros, jaulas, jeroglíficos, estatuas gigantes, electromagnetismos, cargueros, constantes, variables, faros, templos, vivos, muertos, malos, buenos…
Y es que para mí, Lost no ha sido una serie: no es sentarte delante de la televisión y desconectar un rato. Lost es un sentimiento, es pasión. Es la adicción por las respuestas, la tortura por la espera. Es imaginar una leyenda, es maestría en cada escena. Es romperse la cabeza, con miles de teorías en la selva.
Personalmente, creo que nunca volveré a repetir todo lo que he experimentado con esta serie. La de veces que me ha puesto los pelos de punta, o que me ha dejado con la boca abierta sin creer lo que acababan de ver mis ojos. Es la única serie que ha conseguido que tras un capítulo quisiera otro. Y otro. Y después otro. Es el único show televisivo que me ha llevado a la más absoluta excitación, la que ha transformado mi desconcierto y confusión, en apasionada devoción.
Y ahora, tengo sentimientos encontrados. Cada vez que veía un capitulo de Lost estaba deseando que avanzara el tiempo, contaba las horas para el próximo capítulo, para intentar saciar mis dudas, responder a mis preguntas, pero siempre se revelaban nuevas cuestiones. Hasta esta noche, cuando todas nuestras dudas se resolverán. O no…
Hoy también estoy contando los minutos para ver el final, pero al mismo tiempo quiero que pasen despacio, quiero disfrutarlos, porque mañana todo será distinto. Mañana todo habrá acabado.
Cuando finalice Lost, esa única sensación que albergamos en nuestro interior también se habrá esfumado. Siempre nos quedará el recuerdo, pero ya nunca nos volveremos a sorprender.
Creo que jamás se podrá volver hacer una serie tan grande como Lost. Acabe como acabe, sea cual sea su final, me guste o me decepcione, creo que nadie podrá repetir una hazaña televisiva como la que se ha conseguido en todo el mundo con esta serie, con este sentimiento que ha arrastrado masas en los cinco continentes. Espero que hoy podamos recordar todo lo vivido con la satisfacción del que pone la última pieza del puzle, comprueba que todo encaja, y que el puzle es más bello de lo que todos esperaban.