Revista Cine
Director: John Carpenter
"The Fog" es la película que John Carpenter estrenó dos años después del éxito de "Halloween". Yo pensé que se basaba en alguna historia de Stephen King porque algo me sonaba, pero resulta que aquélla es The Mist, más tarde hecha película y más adelante, hace poco en realidad, hecha serie de televisión. Si todo sale bien, mañana debería comentar... bueno, ya saben cuál es la que sigue. ¿Qué opinan ustedes de John Carpenter? Sé que es temprano aún pero una vez leí una entrevista en donde Nacho Vigaondo decía que se le hacía más fácil elegir entre papá y mamá que entre Carpenter y Cronenberg, y yo no me lo pienso dos veces: me lanzo a los brazos de Cronenberg de inmediato. ¿Qué dicen ustedes?
Más que terror yo diría que "The Fog", más o menos como "Halloween", es una película esencialmente de suspenso. La película misma es como la niebla a la que alude el título: se inicia con la extrañeza, la rara sensación que te deja la constatación de lo desconocido e inexplicable (sea una leyenda contada alrededor de una fogata a medianoche, sea una niebla vista a lo lejos desde un solitario faro -qué tiempo que no usaba esta palabra: faro-), para transformarla en una creciente y envolvente inquietud que recorre cada rincón de, por ejemplo, un bosque, un pueblo, o una persona, alterando y convulsionando la tranquilidad inherente de las cosas gracias a su potente y bien tratada carga de incertidumbre. Todo el rollo de la maldición o la venganza de ultratumba (la niebla trae consigo los cuerpos no-muertos de... ahí les quedará claro) me tiene sin cuidado y tampoco tiene tanto peso en el relato, sólo es la excusa para hacer que esta niebla fosforescente penetre en la apacible cotidianidad de este pueblo costero y pesquero, y claro, para que señale que su fundación, como la de tantos otros pueblos o naciones, se basa en una matanza y/o una farsa, pero quién sabe si Carpenter realmente escondía un discurso político debajo de este relato. Sin embargo, por ser una excusa argumental un tanto pobre, la ejecución formal del director no acaba de dar el tiro de gracia al final, cuando concluye, pues se pierde la oportunidad de que la turbadora presencia de la niebla y esas fantasmagóricas imágenes simbolicen una metáfora poderosa y memorable, apostando todo por la simple y banal venganza, o, mejor dicho, ajuste de cuentas. Las sensaciones que causa ver el avance de esta niebla se disipan cuando son los fantasmas-zombis quienes se apoderan de la acción: la gracia de la niebla es que no tiene explicación, mientras que la explicación de los monstruos sabe a poco, a ya visto, a arrebato. Además, en el relato mismo se nos revela que la niebla y estos monstruos ni siquiera forman parte de la misma entidad: están juntos, pero no revueltos. ¿Qué quiero decir con esto? Que se podían haber inventado una historia de fondo mejor sin por ello tener que sacrificar la niebla como motivo dramático.
En cualquier caso "The Fog" me parece una película sumamente estimable y efectiva, en donde Carpenter demuestra su notable capacidad para crear y generar atmósferas, además de su hábil manejo del suspenso: de los espacios, de las imágenes, del tempo cinematográfico. Y, si bien el guión en estricto rigor funciona (cuenta con interesantes y atractivos personajes; la acción fluye sin problemas), su historia es la que acaba por restar fuerza dramática y narrativa a una película muy bien dirigida. En cualquier caso, no tiene desperdicio y vale la pena el visionado, o sea, para decir lo mismo una tercera vez, una película ideal para una tarde silenciosa.