The Giver I. El dado de recuerdos; Lois Lowry

Diciembre es el mes en el que se celebra la Ceremonia anual, en la que los Doce reciben sus determinadas funciones por el Comité de Ancianos. Pero Jonás, un niño que cumple doce años, ha sido elegido para algo muy especial. Cuando su selección le lleva ante el más honorable de los ancianos -el Dador-, Jonás comienza a darse cuenta de los secretos que subyacen bajo la frágil perfección de su mundo.
En un futuro muy lejano donde todo está calculado al milímetro, incluidas las vidas de los habitantes de la Comunidad, para que no hayan conflictos indeseados, existe un niño llamado Jonás que está a punto de pasar de Once a Doce y ser oficialmente adulto. En la Ceremonia anual se le asignará una Misión a la que deberá dedicarse a lo largo de su vida. Las posibilidades son muchas: Criador (como su padre), Médico, Obrero, Cuidador de Viejos... Sin embargo, cuando le llega el turno de recibir Misión ante los ojos expectantes de los demás habitantes de su Comunidad, algo no sale bien y no es llamado al escenario. Pero pronto la humillación y la angustia que siente por ello son sustituidas por el desconcierto y la confusión cuando, tras asignar Misiones a todos sus compañeros de grupo, la Presidenta le llama y le comunica que, desde ese momento, él será el siguiente Receptor de recuerdos.
Es así como comienza The Giver I, El dador de recuerdos, una distopía con todas sus letras.
Antes de nada me veo en la obligación de decir que me encanta (o más bien, adoro) este género. Siento debilidad por él y no puedo evitar encerrarme en la lectura de toda aquella que cae en mis manos. Y si, como en este caso, está bien ambientada, el resultado es un no parar de leer.
En las páginas de The Giver nos encontramos con una historia bien narrada en un mundo que pretende ser ideal, cuidado al detalle por su autora y descrito de modo que somos capaces de visualizar la situación de la Comunidad y su funcionamiento perfectamente sin necesidad de largas y aburridas explicaciones.
Ceremonias, Misiones, Liberaciones, Onces, Doces, y montones de términos más que a primera vista pueden parecernos vacíos de sentido pronto lo cobran,creando un mundo muy rico dentro de las escasas 238 páginas que componen el libro. En este aspecto dedico un fuerte aplauso a la autora. Realmente está muy logrado.
Siguiendo con la historia, partimos de un planteamiento inicial no demasiado complicado que se desarrolla sin prisa pero sin pausa, a un ritmo en general estable y sin demasiadas complicaciones. Las sorpresas en la trama pecan de insuficientes, y es que en algunos detalles podría llegar a resultar algo predecible, pero la amena narración de Lois Lowry, sin florituras y descripciones innecesarias, hace que esto se vea compensado. Y, además, da que pensar, algo que considero muy importante en una novela. The Giver no termina con la última palabra, sino que se queda merodeando por la mente del lector tiempo después de haber cerrado sus tapas, formulando diversas preguntas sobre la realidad en la que vivimos.
Sin embargo decae al final, demasiado precipitado y confuso a mi gusto. Y el que el resto de libros de la saga no continúen con Jonás como protagonista resta puntos a la valoración global del mismo, pues descarta la posiblidad de una explicación futura a ese acelerado desenlace.
Pero, a pesar de ello, The Giver es una novela que merece ser leída, especialmente por los amantes de las distopías. De ágil lectura, fresca y amena, dista bastante de los libros juveniles del momento a los que estamos acostumbrados, plagados de criaturas paranormales y triángulos amorosos. Una historia diferente que nos hace recordar como pequeños detalles del día a día que pueden llegar a pasar desapercibidos son auténticos regalos que no deberíamos desaprovechar.

Según Niicky se merece...

(Agradecimientos a Everest por el envío :)