● Título: El Dador de recuerdos
● Título original: The Giver
● Autora: Lois Lowry
● Serie: The Giver #1 (de 3)
● Publicación: 2009
● Editorial: Everest
● Páginas: 238
● Precio: 14’96 €
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El Dador de recuerdos es el primer libro de la trilogía The Giver, que reseñaré a lo largo de estos días y que os daré la oportunidad de ganar en un sorteo que llegará prontito al blog (≖ε ≖). Antes de seguir, os aviso de que, a pesar de ser una trilogía, los libros son más o menos independientes, es decir, que no siguen una misma trama; son historias y personajes distintos en un mismo universo futurista, para que me entendáis.
En este libro (y en los dos que vendrán), Lois Lowry nos presenta una sociedad controlada al milímetro y aparentemente perfecta en la que los seres humanos se parecen cada día más a un robot a causa de su falta de emociones y personalidad. Por supuesto, nada es tan perfecto como les quieren hacer creer, y Jonás, que ha sido seleccionado para ser el nuevo Dador (un puesto muy honorable, ya veréis), se da cuenta de eso.
Esta distopía (disfrazada de utopía) me ha dado mucho que pensar, os lo aseguro; me he encontrado con una sociedad llena de engaños e ignorancia en la que los ciudadanos no son más que títeres, y me he alegrado de no vivir en ella. A pesar de ser un libro fácil de leer, comprenderlo es otra historia; Lowry nos invita a la reflexión más allá del entretenimiento, y eso es algo que no hay que olvidar si os animáis a leer el libro.
El mundo creado por la autora y la reflexión que conlleva me han parecido lo mejor del libro, sin duda, pero lo demás no ha terminado de convencerme (en general). Peca de tener un ritmo bastante lento, aunque se salva porque, al ser una lectura de lo más ligera, no llega a hacerse muy pesado; la acción es algo lenta y escasa, y la encontramos casi toda hacia el final de una forma un tanto precipitada para mi gusto.Lowry tiene un estilo sencillo y directo que, junto a los capítulos cortos, hacen que el libro se lea en un suspiro (por no mencionar que el libro es relativamente corto y la letra bastante grande) lo cual es una gran ventaja si, como a mí, el ritmo os parece algo lento. Hablar del final ya es más complicado; es abierto y las distintas interpretaciones que cada una pueda darle son muchas, pero seguro que os queda alguna pregunta sin respuesta. En mi caso, me hubiese gustado algo un poco más cerrado y menos precipitado, pero no puedo decir que esté descontenta con él.
El Dador de recuerdos es un libro distópico que llama la atención, ofrece una lectura ligera y entretenida e invita a la reflexión, pero no por ello carece de pegas. Peca de tener un ritmo algo lento durante toda la historia, una acción escasa y un final que dejará insatisfechos a varios lectores; aunque lo que se esconde bajo la superficie es genial, lo que vemos a primera vista es mejorable y podría estar más elaborado.
· Con la colaboración de Everest ·