● Título: El mensajero
● Título original: Messenger
● Autora: Lois Lowry
● Serie: The Giver #3 (de 3)
● Publicación: 2009
● Editorial: Everest
● Páginas: 195
● Precio: 14’95 €
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Hoy os traigo la reseña de El mensajero, el último libro de la trilogía The Giver (podéis leer las reseñas de los dos anteriores aquí y aquí); leed tranquilos, que no hay ningún spoiler de ninguno de los libros (。◕‿◕)
Ya os dije que me adentré con cuidado en las páginas del segundo libro porque me advirtieron de que era algo peor que el primero (ahí acertaron, me dejó un poco fría), así que cuando leí a un par de personas que se sintieron decepcionadas con el final de la trilogía volví a hacer lo mismo. Por suerte, en esta ocasión no quedé desencantada, pues me parece que con este broche final Lowry vuelve a subir el listón al nivel de la primera parte.
La autora vuelve a introducirnos en la sociedad que nos presentó en los libros anteriores y que tanto echaré en falta (me encantaría poder indagar más en ese universo), pues no me cansaré de repetir que ese mundo distópico es lo mejor de la trilogía. En esta ocasión la historia me ha parecido algo más elaborada (madura, incluso), cosa que he echado en falta en los otros dos libros, aunque ese aire inocente sigue estando ahí. Y, por supuesto, Lowry vuelve a esconder una magnífica reflexión entre sus letras.
Debo decir que me ha encantado encontrar a personajes de los libros anteriores, le ha dado mucho más encanto a la historia e incluso me han sorprendido a lo largo de la lectura. Como he dicho, la historia me ha parecido más elaborada y madura que las anteriores, tal vez un poco más oscura, pero el final no ha acabado de contentarme; me pareció demasiado abierto, precipitado y falto de explicaciones. La historia está bien hilada, sí, pero yo necesitaba un razonamiento más extenso, que contestaran todos los porqués y fueran más allá.Algo que tiene a su favor es que esta vez el ritmo de la historia es más llevadero y la acción está mejor repartida que en los títulos anteriores. Gracias a eso y al anteriormente mencionado estilo sencillo y directo de la autora, el libro se lee en un abrir y cerrar de ojos (recordemos que, además, hay pocas páginas y letras grandes).
Para acabar, dejadme decir que aunque ninguno de los libros se ha llevado una nota brillante y en general me han parecido muy normalitos en cuanto a su argumento se refiere, la trilogía me ha hecho reflexionar mucho y sin duda la recordaré con cariño.
· Con la colaboración de Everest ·