Enorme, cómodo y precioso, así es el hotel The Grand Mayan en la Riviera Maya (Quintana Roo, México). Es perfecto para todo tipo de viaje: en pareja, familiar, de descanso, de aventura… todo está al alcance de este hotel para que sus huéspedes queden completamente satisfechos.
Llegué al Aeropuerto Internacional de Cancún y luego de un trayecto de tan sólo 30 minutos, llegué al hotel The Grand Mayan, que hace honor a su nombre con todos los detalles decorativos. La vegetación también adentra al visitante en un ambiente de selva.
Luego de un rápido check in que tomó tan sólo unos minutos, fui hasta mi amplia suite con cocina, comedor, sala y habitación. The Grand Mayan mantiene tantos detalles muy mexicanos y mayas, pero ha sabido aplicar la modernidad sin que esta afecte abruptamente el estilo del hotel; por ejemplo, el brazalete que colocan a cada huésped al llegar es también la llave de la habitación, el sistema de TV por cable es muy bueno y qué decir de todos los utensilios en cocina.
El kit de amenidades en el baño era muy completo e incluye los básicos como champú, acondicionador, jabón y gel de baño, pero también algunos otros detalles como el costurero, limpiador de calzado, gorra de plástica y más. Secadora de pelo, batas y muchas toallas, que siempre son útiles en un destino de playa.
Desayuno en Azur.
El hotel tiene un programa de actividades de entretenimiento para toda la familia, además de contar con un kids club, gym, boutique y una amplia gama de restaurantes que sirven durante todo el día alimentos y bebidas de diversos estilos de cocina que van desde la comida rápida hasta la cocina de autor.Durante mi estancia desayuné en Azur, que es un restaurante con estilo francés, por lo tanto lleva su parte de elegancia típica de aquél país. El menú también se base en ese estilo de cocina y el servicio es muy bueno. La música y la bella decoración complementaron mi primera comida del día. Por supuesto que el pan es muy bueno, así como el café y la omelette.
Luego del delicioso desayuno fui a Spatium Spa, donde el plan era estar hora y media y terminé saliendo tres horas y media después de que entré; pero aún así tuve tiempo para un chapuzón en la alberca y otro en la playa.
Por la tarde opté por comer un refrescante ceviche peruano en Blue Fish y bebí limonada fresa. Todo esto antes de asistir al Primer Aniversario de Joyá, en el Teatro Vidanta.
Vale la pena comentar que, aunque el hotel es enorme no se hace necesario caminar demasiado gracias a su sistema de transporte interno para los huéspedes, el cuál está muy bien señalado y cuando se requiere que sea personalizado, sólo basta con solicitarlo.
Igual los huéspedes tienen transporte incluido para asistir a Joyá, el espectáculo que el Cirque du Soleil ha creado especialmente para presentarse en este destino.
Finalmente, les cuento del restaurante Nektar, que también es parte del Teatro Vidanta y al que puede tener acceso cualquier persona, sea o no huésped de los hoteles Vidanta.
Es un hermoso lugar que está a la entrada del Teatro Vidanta, donde se presenta Joyá; ahí los cocteles son lo máximo, únicos y creados especialmente para este restaurante y bar. El tipo de comida es yucateca y se prepara con insumos de la región obviamente, así que garantizan frescura y sabor.
Más información: www.vidanta.com