En casi todos los museos hay, al menos, una parte específica para los niños, algo que pueden disfrutar desde bien pequeños (y entiéndase por desde bien pequeños, desde antes del año de edad). En el exterior esto se traslada en las zonas de juego, bastante bien pensadas en todos los aspectos, por cierto. Y una de las cosas que más llama la atención es que en su gran mayoría no son copias de catálogos de juegos para niños, sino que están pensadas y diseñadas para el lugar en concreto donde se van a situar, inspiradas en alguna temática en particular...
El de hoy es el playground que está situado en la zona de los muelles de Chatham, al sur del país, justo al lado del Museo Marítimo. Como podéis ver en las fotos la estética de la zona de juegos concuerda totalmente con su entorno y con el uso del lugar en el que se encuentra: juegos inspirados en barcos, en su estructura, en sus velas, en los muelles del puerto, en las atarazanas... y construido con los materiales propios: madera, cuerdas, metal... 0 plástico. Incluso hay una zona para jugar e investigar con el agua, con poleas, pesos, canales y compuertas.
Como podéis ver una zona de juegos fuera de lo común, pero muy apropiada para donde está situada. Y es que en lo único que se parece a las que nos podemos encontrar habitualmente es en el tobogán (que, por cierto, no aparece en ninguna foto) y que en este caso continúa con la línea de estética marítima de todo el playground. Al igual que se cuidan los detalles en el diseño de las plazas y las calles, más importante si cabe son las zonas de juegos, donde los niños se entretienen, pero también se desarrollan como personas y aprenden.
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