The hurt locker

En el cine, el género de acción es uno de los más atractivos para el gran público; quizá sea por el desborde de adrenalina que genera.
El problema del cine de acción es que fácilmente se cae en la destrucción de escenarios de forma gratuita, solo para causar efecto en el espectador; por eso es necesario que el director encuentre el razonable equilibrio entre los destrozos y la lógica de cada secuencia.
Kathryn Bigelow, creadora de una filmografía nada extraordinaria, en la que resalta, fácilmente, point break; provoca nuevamente el debate de si una mujer merece, o no, ganar el Oscar, por mejor directora. Discusiones aparte, su más reciente trabajo, The hurt locker, supera todo lo que de ella se ha visto.
El escenario es Irak, los protagonistas son tres integrantes de un escuadrón antibombas, en donde el líder, un tipo adicto a la adrenalina, expone su vida en cada incursión, al tiempo que expone la de sus compañeros.
Aunque esté ambientada en la guerra de Irak, se trata de una película de acción pura, en donde la directora se las ingenia para mantener la emoción al máximo durante los ciento treinta y un minutos de metraje. Con leves pausas entre escena y escena, la tensión se mantiene a base de utilizar acertadamente la música, los silencios, la cámara en mano, el cambio de planos, los acercamientos al rostro de los actores, la cámara lenta; en ese sentido el mérito es de Bigelow.
La cinta no profundiza sobre las motivaciones o el absurdo de la guerra, únicamente es la puesta en escena del día a día del comando antibombas, integrado por: sargento William James (Jeremy Renner); sargento J.T. Sanborn (Anthony Mackie); Owen Eldridge (Brian Geraghty); los tre generan la química necesaria para que sus actuaciones y caracteres congenien en pantalla. Sobresale el personaje de Renner, quien imprime un sello especial a su actuación.
The hurt locker es cine de acción en su máxima expresión, bien hecho, con las suficientes escenas para brindar sobresalto tras sobresalto al público.
Calificación 9/10