

ALAN TURING
El desenlace nos conduce a un universo orwelliano, donde el matemático que ha ayudado a luchar contra la dictadura y la opresión, salvando miles de vidas, tiene que sufrir en su propio entorno las sevicias de un mundo donde no todo es libertad ni tolerancia. El personaje de Keira Knightley también ha de adaptar su cerebro superior a un mundo donde la mujer se encuentra en un segundo plano. Morten Tyldum realiza su avanzadilla en territorio británico con este film, después de haber dirigido trabajos notables como el electrizante thriller “Headhunters” donde su sentido del ritmo visual ya quedaba patente. Cumberbatch es un conocido de lo espectadores por su participación en la excelente y televisiva Sherlock, donde la composición de su personaje era lo mejor de un producto novedoso y de “qualité”. En 2014, fue premiado con el EMMY al mejor actor, pero también ha participado en Amazing Grace o War Horse, de Steven Spielberg entre otras. Quizás al film le falte algo de riesgo, o una mayor crudeza y seriedad en la concepción de personajes (de hecho Turing se presenta como un antisocial) que habría dado mayor juego dramático. En cuanto a la realidad de lo vertido en pantalla, recordar que no hallamos ante una película que no se ciñe estrictamente a hechos reales. Turing era un tipo divertido al que le gustaba andar besando hombres, el papel del comandante “malísimo” no se corresponde con el oficial experto en criptografía Alastair Denniston. No existe constancia de que Turing se suicidara, y sí de que pudo ser un accidente de laboratorio (cianuro). La capacidad de decisión del grupo de Turing sobre que objetivos militares (que da lugar a una de las escenas más duras del metraje) podían ignorarse, es más que dudosa. Pero el análisis del celuloide debe obviar todos estos detalles para juzgar el trabajo cinematográfico. Quienes quieran avanzar en el mundo de Alan Turín tienen a su disposición libros como “Los matemáticos polacos, Alan Turing y el secreto de la máquina Enigma,” “Alan Turing. El hombre que sabía demasiado,” Antoni Bosch, Andrew Hodges, “Alan Turing: The enigma,” Simon and Schuster (1983), B. Jack Copeland, “Alan Turing. El pionero de la era de la información".

