THE IMPOSSIBLE. Una película de Juan Antonio Bayona. Watts y Holland: calidad actoral
Una secuencia muy especial de una película es aquella en donde a la protagonista los médicos de un hospital le comunican que su esposo y sus dos hijas han muerto. Ella, parada junto a su padre y estremecida por la noticia, se derrumba y llora con una credibilidad como pocas se han visto en la pantalla de cine. La película a la que me refiero es «21 gramos» (2003) y la protagonista es Naomi Watts. En esa ocasión ella fue nominada a un Oscar.
Ésta vez nos encontramos nuevamente a la histriónica Naomi Watts, regalándonos una actuación formidable, en «The impossible» (2012), un largometraje dirigido por el español Juan Antonio Bayona y escrita por Sergio G. Sánchez.
La trama de la cinta gira alrededor de la historia de supervivencia de una familia que, al ir a pasar sus vacaciones en un hotel en Khao Lak, Tailandia, se ve embestida por el tsunami de 2004. Es una historia basada en hechos reales.
«The impossible» no es una película de acción, aunque la hay, sino más bien, es un drama que trata sobre el tragedia vivida por María Belón y su familia. Creo que lo difícil de esta película, para todos los actores, fue el presentar la evolución de las emociones contenidas, el miedo, el desamparo, la incertidumbre, los sentimientos encontrados… Y me parece que quienes mejor pudieron mostrar y expresar toda esa gama de pasiones fueron dos actores: Naomi Watts (que interpreta el papel de María Belón) y Tom Holland (el hijo mayor de María Belón). Ambos lograron articular con sus gestos, sus miradas, con el tono de sus voces, la angustia y la desesperación que alguien podría sentir en una situación de desconcierto.
En el caso de Naomi Watts, hay que hacer ver que una buena parte de la película se la pasó en una camilla, acostada, y desde ahí, con la poca movilidad que ofrece esa posición, nos pudo mostrar una secuencia evolutiva de emociones; también pudo trasmitir muy bien el paso del buen estado de salud hacia la infección que adquirió a partir de la seria lesión que la avalancha de agua del tsunami le causó en una pierna: al principio no hay mayor molestia, a parte del sangramiento, luego se presenta el dolor intenso, las fiebres y las facies de alguien que está entrando en lo que se conoce en Medicina como sepsis (o septicemia), en donde se observan problemas con el estado de conciencia, como somnolencia, que luego puede avanzar de obnubilación hasta la inconsciencia. Y Naomi supo representar muy bien todos estos estados. (Aquí también sería conveniente hacer notar que el trabajo de dirección de arte y maquillaje fue muy bueno. Por ejemplo, el hospital de tercer mundo abarrotado de pacientes estuvo muy bien hecho).
En el caso de Tom Holland pude encontrar una inmersión total en su papel; supo conservar durante toda la película el tono de la actuación con una credibilidad bastante aceptable. Y él, junto a Naomi, le dio y supo mantener la tonalidad de la intensidad dramática durante toda la historia.
Ahora bien, dicho lo anterior, hay que aclarar que lo otros actores que intervienen y son parte de la familia, actuaron bastante bien.
Otra cosa que hay que mencionar son los efectos especiales. Excelentes. Nada que envidiar a cualquier otra superproducción.
Para los que no hayan visto «The impossible», los incito a verla. Es de esas películas que al final nos dan tema de conversación por horas y horas.
Aquí les dejo el avance, por si no lo han visto.