Revista Música
Uno no puede negociar a estas alturas del partido con 30 años ya en el bolsillo, que le gustan unas cosas más que otras, que ciertas preferencias van creciendo en el tiempo y ya no se puede evitar. Una de ellas es el amor por el garage sesentero y el feedback. De hecho, la última época de andar pinchando por bares solo era pinchando este tipo de cosas.
Este disco esconde una historia que quizás fue bastante usual en aquella época, aquí podeis leerla, y entregaron un disco de sonido amateur y urgente, repleto de feedback y punteos de guitarra mirando a veces al surf, voces cavernarias que suenan a mantras de Nico, y en definitva un disco de psicodelia que se abre con una versión de requiem surf de los Byrds y su clásico "Eight Miles High", el resto del disco es una constante muestra de guitarras distorsionadas por el wah-wah y el fuzz, con baterias explosivas como en la instrumental "Shockwave",la mala uva de "Feedback" tema por el que los Gories y Cheater Slicks no desecharían para formar parte de su repertorio bajo ninguna duda, "Turquoise Fe" o "Israeli Blue" podrían estar en cualquier banda sonora de gangsters, tarantinadas o westerns revisionistas.
Disco de absoluto y subterraneo amor!