La reseña de hoy, que sigue siendo de un libro de la saga de la Hermandad de la Daga Negra, en este caso abre un nuevo spin-off: Prison Camp. En algunos sitios he visto que se consideraba el quinto de Legacy pero esto tuvo que ser un error inicial subsanado más recientemente de manera oficial y, de momento, Blood Truth queda como el último de los cuatro libros centrados en los nuevos reclutas. Como nuevo spin-off que se inicia aquí es prescindible para el conjunto aunque igualmente aporta cierta información que puede salir luego en libros posteriores, pero nada muy relevante.ArgumentoNyx y su hermana Posie regresaban a casa después de haber ido a comprar cuando algo apareció de la nada en mitad de la carretera. Lo que en un primer momento imaginaron que era un ciervo resultó ser un vampiro pre-trans, es decir, apenas un crío. El chico estaba malherido pero pudo balbucear algo que Nyx llevaba años deseando saber: cómo encontrar una de las entradas a la prisión de vampiros que sabía que estaba en ese valle pero era ilocalizable.
Unos 50 años antes, su hermana Janelle fue acusada injustamente de asesinato y enviada allí. Ahora que al fin sabe cómo entrar, Nyx no piensa dejar pasar ni un día para ir en su búsqueda aunque tenga que dejar al chico a cargo de Posie para, probablemente, acabar enterrándolo. Al menos cuenta con el respaldo de su abuelo que le entrega un par de armas que con toda seguridad necesitará.
El Chacal es uno de tantos presos que hay en esa prisión liderada por El Comando. Lleva allí alrededor de un siglo y conoce todos sus pasadizos y rincones secretos. Lo que no reconoce es el cautivador perfume que detecta de alguien que no debería estar ahí.ReseñaDespués de los últimos chascos de los libros de la Hermandad, más que esperarlos ya los temo. Salvo excepciones, lejos han quedado los libros que me enamoraban uno sí y otro también. Así, puede que fuese ya con las expectativas muy bajas pero lo cierto es que éste me ha gustado, no mucho, pero sí lo suficiente como para disfrutarlo sin cabrearme... en exceso.
Para empezar, es un libro de gran tensión y que tiene unos giros y unas sorpresas que no esperaba. Sí que a posteriori, una vez terminado, hay cosas que podrían haber sido previsibles, pero no ha sido mi caso, no vi venir los golpes y por aquí está una de las virtudes del libro. Seguramente quienes estén más avispados y vean venir los giros aquí no sumarán, claro.
En cuanto a la prisión, en algunos libros se había mencionado su existencia de pasada. Ésta estaba controlada por la glymera pero entre los ataques de los restrictores que sufrieron unos años antes (no recuerdo si durante los hechos de Amante Consagrado, el 6º libro, o Amante Vengado, el 7º) y que el Consejo fue disuelto por Wrath al final de El Rey, quedó abandonada a su suerte al parecer. Viéndolo en perspectiva, se hace extraño que no intentaran averiguar su ubicación. Es más, desde el primer libro, Amante Oscuro, en que Wrath deja la lucha para ascender al trono, lo suyo es que se hubiese interesado por el tema.
Pasando a la trama del libro en sí, aunque ya he dicho que me ha gustado, debo poner varias pegas. La primera y más importante es Nyx, la protagonista. La autora la presenta como una chica valiente y decidida que, en principio, debería gustar fácilmente pero cualquiera que piense de manera objetiva sólo puede verla como una inconsciente, osada y temeraria. Para empezar, su abandono por el chico atropellado, dejándole el marrón a su hermana Posie. Por un par de días más, después de 50 años esperando, no iba a cambiar gran cosa en el destino de Janelle, o estaba viva o muerta a esas alturas y haberse esperado para ayudar así como para preparar un poco mejor la aventura no habría hecho ningún mal.
Luego, porque esto es ficción y, claro, las cosas le salen bien pero... ¿a quién se le ocurriría meterse en una prisión secreta sin ningún conocimiento de su estructura, armada con una triste pistola, un par de botellines de agua, unas barritas energéticas y... un cepillo de dientes? En serio. Coge un cepillo de dientes. Sí que lo tenía todo bien pensado la chica. Cualquiera con un par de dedos de frente habría pedido una audiencia con El Rey y la Hermandad para darles la ubicación de la entrada exponiendo el caso de que su hermana fue llevada ahí por una falsa acusación. Es ridículo que se interne allí ella sola. Claro que, entonces, no habría libro ¿no? O también podría haber esperado a que el chico desconocido mejorase para que le hablase más de la prisión. En fin, que hay que tragar con esta enorme inconsistencia de protagonista para arrancar la trama. Lo malo realmente es que, al avanzar la historia, no mejora y sigue siendo igual de ridícula hasta el final.
Allí dentro, por supuesto, se encuentra no sólo con un vampiro bueno moralmente sino que está muy bueno y, como es lógico, surge la chispa y tal. Ya he dicho que ella es bastante horrible como personaje pero él, aunque sea muy plano, tiene sus puntos de interés. El Chacal (obviamente no es su nombre pero nos quedamos con las ganas de saber el verdadero), Jack como le empieza a llamar ella por abreviar (de "The Jackal", Jack), accede a ayudarla a cambio de sexo que sabemos que es sólo la excusa para dar paso al amor eterno y blablablá. Lo siento, pero es que me ha faltado química para considerar que aquí surge el amor verdadero. Todo se basa en el deseo sexual y, dadas las peligrosas circunstancias, todo queda muy fuera de lugar y no se llegan a desarrollar los sentimientos que dicen que tienen. En este sentido, me ha recordado a ciertas situaciones de Prisoner of Night pero al menos ahí estuvo la escena del afeitado, aquí nada. No hay momentos de ésos entre ellos que te encogían el estómago y te emocionaban hasta las lágrimas. Es algo que se viene repitiendo ya en los últimos libros y no pilla de nuevas pero no por ello dejo de echar de menos las preciosas historias que creaba la autora.
Aparte de estos dos, Jack nos presenta a varios personajes, compañeros de prisión, que seguramente protagonizarán los siguientes libros del spin-off. Por ejemplo, Lucan, que se lleva el siguiente, The Wolf (programado para finales de año), y que resulta que no es exactamente un vampiro. O Mayhem, con una personalidad que me ha recordado un poco a Lassiter. O Apex, el que tiene la historia más turbia para estar en la prisión. Por último, Kane, el más interesante y encantador de todos, también el que carga con la historia más triste. No estoy especialmente intrigada en sus historias porque el nivel general ha bajado demasiado como para emocionarme, pero estoy abierta a que me sorprendan ya que la base de estos personajes es buena.
Y en cuanto a "El Comando", el malo de la historia, claro, ha sido un personaje muy interesante con sus matices de gris que lo hacen quizás el más tridimensional del libro. La nota final sube bastante gracias a todo lo que le rodea.
Al margen de lo que sucede en la prisión, tenemos una escena de Rhage en el presente y luego flashbkas de él mismo un siglo antes cuando, tras una serie de incidentes, acabó conociendo a Jack y vio lo que desembocó en su encarcelamiento injusto. Además de esto, volvemos a ver a Darius en pleno proceso de ideación de la mansión en la que acabaron viviendo todos tras su muerte. El porqué es Rhage al que seguimos tiene su explicación al final aunque diré que ya cansa un poco lo de que SPOILERS salgan medio-hermanos de todas partes (Vishous y Payne; Butch, Manny y Jo; Tohr y Xcor) FIN DE SPOILERS. Sabéis que Rhage me encanta y, como aparece él en el libro y sabemos un poco más de su pasado, aquí ya se lleva un punto extra positivo, pero no deja de estar cogido con pinzas.
En definitiva, un libro que va de menos a más hasta un tramo final emocionante y sorprendente, lo que me ayuda a olvidar los puntos más débiles que tiene situados en su arranque y su horrible protagonista femenina. Ojalá la pareja me hubiese encandilado un poco más... Con que hubiese habido alguna escena de ésas memorables otro gallo cantaría.