Parece ser que absolutamente nada deja por inadvertido la arrolladora y espeluznante actuación de Joaquin Phoenix, en “Joker”, ahora le mojó la oreja a la ciencia médica la cual asegura que es un gran documento de salud mental, ya salió el esperado parte médico-fílmico, por denominarlo de algún modo del médico Alonso Riestra sobre el impacto del film de Todd Phillips sobre las causas externas que pueden desencadenar distintos tipos de enfermedades mentales.
El neurólogo del Hospital Ángeles en conferencia sobre trastornos mentales, realizada en conjunto por el Instituto mexicano de Neurociencias, Instituto de Neurociencias Ángeles y el Instituto de Neurobiología de la UNAM, donde trataron el tema del “Déficit de Atención en Adultos” afirmó :
“Joker no sólo es una extraordinaria película, también un gran documento de salud mental, porque en el protagonista existen múltiples factores que detonan su enfermedad: genes desconocidos, pero de alto riesgo; crianza caótica; trauma craneano; nadie siente empatía por él; tiene acceso a armas y además, en un sistema médico fallido, le dejan de suministrar los medicamentos que lo ayudaban a controlar su impulsividad”.
Es conmovedor lo que ha generado esta obra maestra y puntualmente la exquisita interpretación de “Joaquin Phoenix, el villano más genial y perturbador que hayamos visto”.
Es imposible no investigar y descubrir al actor del rostro transparente con ojos desafiantes, el que naturaliza a cualquier personaje, que capacidad tiene para pasar de la calma a la intensidad en un pestañeo.
Este actor puertorriqueño, nacido un 28 de octubre de 1974, bajo el nombre de Joaquin Rafael Bottom, vivió en la isla del Caribe hasta los tres años, finalmente toda su familia arribaría a Estados Unidos, precisamente Los Ángeles, donde adoptarían el apellido Phoenix.
A los 19 años de edad, le toca atravesar un infierno, muere frente a sus ojos el hermano, “River Phoenix”, por una sobredosis de drogas en Hollywood, «hecho trágico que lo alejaría de la actuación por dos años».
No obstante, convertirse en el mejor actor de su generación, era su destino marcado a fuego, volvería a la gran pantalla con el film Todo por un sueño, recuerdo aún la interpretación de aquel adolescente enfermizo y obsesionado con el personaje de la bella Nicole Kidman.
El reconocimiento a nivel mundial llegó de la mano con El Gladiador, inolvidable su papel del Emperador Commodus, antagonista del memorable Gladiator de Russell Crowe. Dicha caracterización le valdría su primera nominación a los Premios Oscar como mejor actor de reparto y al Globo de Oro.
Hubo un film en 2005 que lo arrastraría a revivir momentos emocionales fuertes, donde la realidad y la ficción harían de él un cóctel nocivo, por su adicción al alcohol debió resguardar su talento en una clínica, estoy hablando de la cinta En la cuerda floja, su metejón con el personaje de Johnny Cash fue tal, que él mismo declaró en Vanity Fair : «Creo que me di cuenta de que las experiencias que estaba teniendo como actor se estaban volviendo más profundas para mí».
Tras «la sentida interpretación» del cantante de música country, lograría llevarse un Globo de Oro y su primera nominación al Oscar como mejor actor protagonista.
Algunos hitos de su existencia:
Durante el rodaje de El secreto de los Abbot conoció a Liv Tyler, quien fuera su pareja por tres años.
Sufrió la muerte de dos grandes amigos íntimos, extraordinarios actores y contemporáneos, Heath Ledger y Philip Seymour-Hoffman.
Es sabido que Phoenix debió perder 23 kilos para lograr ajustarse a su personaje del Joker, hizo una dieta estricta por 4 meses, según varias fuentes es vegano al igual que su novia, Rooney Mara.
Sus padres fueron parte de una secta llamada “Niños de Dios”, la cual fue acusada y posteriormente prohibida por casos de prostitución y pedofilia.
La famosa cicatriz en el labio superior, fue de nacimiento, dejando de lado otras especulaciones.
En el film Gladiador, exigió que no se use ningún material de origen animal en su vestuario, ya que es activista por la defensa de los animales.
Su hermano River antes de su muerte le aconsejo que vuelva a llamarse Joaquin y no «Leaf», y exclamó una predicción por demás cumplida, le dijo textual:
«Vas a ser un actor y serás más conocido que yo».
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