Revista Cine
Nic (Annette Bening), es mujer trabajadora, con horario de oficina, responsable de mantener su hogar; Jules (Julianne Moore), es idealista y soñadora, incapaz de concretar cualquier proyecto que se proponga; ellas son pareja y han vivido juntas un poco menos de dos décadas. Ambas son madres. Los hijos, un joven de 15 años y una jovencita de 18, fueron engendrados por inseminación artificial, con el esperma del mismo donante. A pesar de ser una familia distinta su vida ha ido dentro de los cauces normales, hasta que los niños deciden identificar y conocer a su padre biológico.
The Kids Are All Right, que podría traducirse como Los chicos están en lo correcto, es una comedia con leves toques de drama.
Dejando de lado el contenido homosexual, y poniéndola en contexto general, la cinta padece de varios defectos, principalmente en el guión, cuya estructura es débil y artificial. Las inconsistencias se reflejan en los diálogos, la construcción de los personajes, las situaciones y los giros que la directora trata de darle; todo resulta forzado.
Lisa Cholodenko es la directora, su trabajo desaprovecha las posibilidades de la historia, su preocupación es hacer divertida una trama fuera de lo común y falla en el intento.
Las actuaciones de Annette Bening y Julianne Moore son la parte rescatable de la película. Las dos demuestran su oficio y logran sacar el máximo jugo de un argumento que debe exprimirse hasta la cáscara para encontrar la sustancia. Bening encarna a una mujer controladora, en la que se funde el doble papel de madre y jefa de familia, quien debe mezclar dureza y sensibilidad para mantener el orden. Moore es la contraparte, impredecible y caótica, capaz de emprender con toda su energía un proyecto, para dejarlo de lado poco tiempo después.
Mark Ruffalo es Paul, el padre, su actuación es buena; ante las limitaciones del guión el esfuerzo que realiza es de resaltar. Tiene en contra que le cuesta cambiar de un rol a otro, lo traiciona el timbre de voz, por ello es que varios de los personajes que ha interpretado en su carrera son parecidos.
El reparto lo completan Mia Wasikowska (Joni) y Josh Hutcherson (Laser), los chicos, ellos no se intimidan ante la presencia de las protagonistas, hacen una interpretación correcta, dentro de lo normal.
El problema de llevar conflictos familiares a la pantalla, por absurdos que sean, es que deben tener un mínimo de credibilidad, cuando sucede lo contrario el resultado es desastroso, en el caso de The Kids Are All Right los los actores apenas consiguen evitarlo.
Calificación 6/10