Arrastrado por el viento un barrilete cruza en el aire la frontera entre Israel y el Líbano y aterriza suavemente en una zona minada. Así empieza The Kite, la película de Randa Chahal Sabbag que vamos a ver esta noche en Primer Plano, como una fábula política. Una historia de inocencia ambientada en una de las zonas más conflictivas del mundo contemporáneo.
Todo en The Kitegira alrededor de cuestión de la frontera. La frontera es el límite brutal, brutalmente impuesto que divide el territorio y clasifica el mundo en dos categorías básicas: amigos y enemigos. La frontera tranquiliza. Allá ellos, acá nosotros. Mientras no la crucemos nada malo puede pasar. Mientras no la crucemos estaremos seguros de quiénes somos. Pero la frontera es también un lugar de contacto y de tráfico, una zona de roce y coexistencia donde las identidades se revelan mucho más confusas de lo que parecían. Y la frontera es también un umbral crítico en el que Lamia, la protagonista de The Kite, está a punto de dejar de ser lo que es (una libanesa de 16 años que remonta barriletes en lugares peligrosos) para ser lo que no deseaba ser: lo que su familia ha decidido que sea: una mujer casada. Si casarse es perder la inocencia, Lamia está a punto de perderla por partida doble. Su futuro marido, Sammi, es su primo y vive del otro lado de su frontera, del lado israelí.Con humor y una buena dosis de sarcasmo, The Kite mata dos pájaros de un tiro: es una comedia familiar y un alegato político. Un ejercicio de costumbrismo sentimental y un ensayo sobre esa herida histórica que es una frontera. Lo interesante - parece decir la directora- no es lo que está a un lado y al otro del límite, es lo que está entre los dos, lo que se alimenta y se contagia de los dos: lo mixto. Lo interesante es el límite mismo, ahí, en ese borde suceden verdaderamente las cosas.Presentación realizada por Alan Pauls el 23 de junio de 2010 en el cicloEl mundo en guerra en Primer Plano I.Sat.Transcripción del siguiente enlace audiovisual: https://vimeo.com/12296271