Mi hermana Manuela, me contó de la existencia de este interesante documental en HBOmax. Comencé a verlo y no dejé de hacerlo hasta finalizarlo. Y me pasó, eso que ocurre cuando te topas con historias, buenas historias, que me fui metiendo en la trama, que es real, como la vida y obra de Paul Newman y Joanne Woodward, que pasaba por momentos en los que me entristecía, otros que vibraba feliz con el amor y la vida de ellos. No sé, quedé muy tocada, de hecho no estoy segura de cómo afrontar este comentario porque todavía no lo he digerido por completo.
Es que es difícil hacer un documental sobre la vida y obra de personas reales, que fueron tan publicas. Creo que son trabajos audiovisuales que las familias deberían hacer para sí, sobre todo, cuando como en toda la vida, esas historias están teñidas por matices no tan confortables, secretos, dramas, historias tristes, abandonos, alegrías, que en lo personal digo yo, si no estás preparado para echar flores, las malas palabras, échalas en casa.
Porque la idea de The Last Movie Star, fue de las hijas de Paul y Joanne, querían que otra persona tomara las transcripciones, muchas, miles de transcripciones, basadas en entrevistas que hizo Paul Newman a personas de su entorno familiar, profesional y amistades y que después fueron transcritas. Hasta que al final de los días de Newman, éste decide quemar todo y se deshace de las grabaciones, pero olvida, o se le quedan olvidadas, las transcripciones y es en base a ellas, que se narra gran parte de esta historia. Que si lo vemos desde el punto de vista archivistíco, es para gritar "Guauu", pero si lo ves desde la perspectiva a convertirse en un documental comercial, que verá Pedro, Juan y Diego y se enterará de cosas que no tenía idea, ahí tengo mis reparos.
Porque evidentemente que todas las personas tenemos matices, nuestros secretos y qué decir una pareja y qué decir una familia. Entonces si no estás preparado para hacer un trabajo de memoria, en este caso un documental, donde se alabaran a estos dos grandes actores y quieres que todo, todo, todo, salga a la luz, no sé me da como pudor. El mismo pudor y dolor y enojo que fui sintiendo a medida que vi el documental.
Que en esencia no es un documental como el género lo reclama, sino que es una docuserie, ya que en vez de mandarse mil horas de una sola vez, el director decidió separar la historia de esta pareja de actores, en varias partes.
De docuserie.
La dirección de este trabajo audiovisual, por raro que parezca, aunque quizás solo me lo parece a mi y a mi hermana, estuvo a cargo de Ethan Hawke. Le tengo reparos como actor, así que cuando supe que era el director, lo primero fue sentir un poco de repeluz. También cuando mi hermana me lo contó, pero como no es buena para los nombres, cambio la identidad de Ethan por uno más amable, pero la forma en que lo había planteado, seguía sin gustarme demasiado.
Porque más allá de las hijas y nietos de Paul y Joanne, no les sobrevive casi nadie de su generación, quizás solo Robert Redford y por alguna razón Hawke, no pudo dar con él. Entonces las voces que puedan hablar sobre estos grandes actores, no abundaban y fue así que las transcripciones de tantas conversaciones sostenidas con Paul Newman, se transformaron evidentemente, em el hilo vinculante para contar la historia. Pero el director no se quedó solo en eso y tuvo una buena idea, invitó a todos sus amigos y dos de sus hijas, a participar en este proyecto ¿cómo? cada uno de ellos representaría a un persona del selecto grupo que Newman entrevistó, donando su voz para leer la transcripción del personaje elegido. Es decir, una mujer equis sería quien daría voz a las palabras de Joanne Woodward, otro Paul Newman, otro los directores, actores, compañeros de vida, amigos, que hablan en base a ese guión existente que son las transcripciones. Así es como ese material de archivo maravilloso, contenía conversaciones y pensamientos al aire de Newman, como con su primera ex esposa, con amigos, productores de cine, actores, quienes hablaban abierta y tranquilamente de todos los temas que se les solicitaban y por tanto, nosotros espectadores, fuimos adentrándonos en la vida de ellos, su entorno más intimo, haciéndonos parte de ese entorno, de esa familia, de esas personas.
Hay que reconocer que la idea era más que buena y en realidad se la valoro a Hawke, lo que sigo sin sumarle puntos es a que en esas conversaciones (grabaciones, transcripciones) hay una cantidad de temas íntimos, personales, que las hijas, más allá de sus dolores de abandono contra el padre tuvieran, no encuentro que tuviéramos que conocer tanto y tan profundamente.
Tantas veces he pensado hacer algo con respecto a la vida de mi abuelo paterno, que fue un ser excepcional, un doctor bronco pulmonar, que creó y fundó un hospital para que los más pobres pudieran atenderse -gratis-, pero jamás se me ocurriría dejar al descubierto nada que atentara contra la imagen de mi abuelo, que si fue o no un buen padre, o un buen marido. No sé, creo que hay que estar un tanto cegada por el resentimiento para atreverte hacer algo así. Es mi opinión, la dije y chan se acabó.
En cuanto al docuserie, hay que decir que si dejamos de lado los dimes y diretes, el documental es muy bueno, porque también tiene la parte de enaltecer los lados positivos, muy positivos de ambos. El trabajo colaborativo y de fundaciones sin fines de lucro para ayudar a niños enfermos de SIDA, de fibrosis quística, construir un centro de veraneo gratuito para estos niños, la fundación que trabaja en la rehabilitación contra las drogas. Además de los financiamientos a causas medioambientales, además de ser dos personas de izquierda, contra la guerra de Vietnam, que lucharon en contra del racismo, que acudieron a los discursos que dió antes de su asesinato, Martin Luther King. Finalmente unas personas muy probas, de verdad, de las que no hacen causas para tomarse la foto y salir en la portada de revistas o diarios, sino que calladitos, se ven mas bonitos y los trabajos salen más rápido. Proyectos como los aliños para cabritas y completos (hotdog) tipo mostaza y salsas, aderezos, que Paul Newman sacó para financiar las fundaciones y el rostro de los productos era nada menos que su cara. Todo el mundo le dijo que eso sería el final de su trayectoria, que acabaría con su carrera y claro, para el ego de quien lo decía, quizás, para él no.
Es decir, a pesar de mis peros, el docuserie hay que verlo, es interesante, el pudor lo sentirá o quizás no y quizás le pase como a mi que después tendrá que dejar pasar hartos días para depurar. No sé, en lo personal me ocurre que soy muy sensible (con perdón de decirlo yo misma) y de fácil impacto. Entonces cuando me cuentan algo malo, terrible, espantoso de alguien, por quien tenía una mirada, esta no puede ser la misma y lo malo, es que me quedo con la peor imagen. Aquí no sucedió así, mas bien me dio pena que ventilaran los dimes y diretes, que son todos de Newman, me dio pena por él que ya sufrió bastante en la vida, al ser una persona muy poco expresiva, en lo emocional y tímida y sin embargo, decidió ser actor y amaba hacerlo. Pero dejando eso atrás, es evidentemente un docuserie imperdible.
Totalmente recomendado!!
SINOPSIS:
Este docuserie elata la icónica carrera de Paul Newman y Joanne Woodward y sus décadas de relación. La historia de su amor, su vida y su filantropía.
CALIFICACIÓN:
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FICHA TÉCNICA:
Título original: The Last Movie Stars, 2022, Estados Unidos.
Dirección: Ethan Hawke.
Guión: Stewart Stern.
Música: Hamilton Leithauser.
Género: Documental, docu serie.
Reparto: Laura Linney, Melanie Griffitht, Sam Rockwell, Billy Crudup, Sally Field, Zoe Kazan, Karen Allen, Maya Hawke, Oscar Isaac, George Clooney, Josh Hamilton, Martin Scorsese.
mi septima pasion