Naughty Dog vuelve a hacer de las suyas lanzando un título que deja la boca abierta a los usuarios de PlayStation 3, siendo exclusivo para dicha plataforma y recibiendo el título de The Last of Us. El videojuego ha tenido unas críticas por parte de la prensa especializada y también por parte de los jugadores, excelentes, es por ello que realizar este análisis después de su lanzamiento y de todo lo que se ha dicho ya, es una tarea complicada, pero voy a intentar destacar aspectos que me han parecido importantes sean buenos o no tan buenos.
La compañía ya lo logró anteriormente con la saga Uncharted, unos títulos de gran calidad que llegaron a nuestras consolas y se convirtieron prácticamente en unos videojuegos imprescindibles de tener en nuestra colección, pero ahora deja de lado las ensaladas de tiros y la acción sin medida para adentrarse en un terreno algo más resbaladizo, el género survival. No podemos decir que en The Last of Us no hay acción porque mentiríamos como bellacos, la hay y mucha, pero no es la finalidad que se ha buscado al título, sin más bien infundir miedo, terror, tensión, angustia y otros muchos sentimientos más al jugador a los que se apela de forma directa.
Y desde luego durante el juego todo esto lo hace muy bien, pero la historia en si misma, su profundidad, queda mermada y en un segundo plano frente a la jugabilidad. La cosa comienza muy bien, con unas cinemáticas muy interesantes y algo de juego en plan tutorial para comenzar a hacernos con los movimientos del personaje. Sin mucho preludio nos encontramos de lleno con una infección que está arrasando el lugar, volviendo completamente locos y agresivos a todos aquellos que se ven infectados. La historia está ya muy manida, puesto que no es la primera vez que se habla de zombies y mucho menos que se lanza un videojuego con una temática similar.
Pero no es ésto lo que realmente considero que “estropea” el hilo de la historia. Hay muy pocos momentos a lo largo del juego en los que dejamos a un lado el mando para sobrevivir y nos limitamos a escuchar o conocer a los personajes. Sólo vivimos escenas más o menos crudas que hace que nuestros personajes “maduren” en cierto modo, pero no se profundiza en ellos. Parte de culpa la tiene el personaje principal, el cual parece tener algo de alergia a abrir su corazón a los demás. Aún así, intercalar más secuencias de vídeo (incluso interactivas) entre los momentos de acción no hubieran estado de más. Tampoco es una película de cine, eso está claro, pero si que habría estado bien llegar a un punto intermedio. También hay que decir que este aspecto va mejorando en la segunda mitad del juego hasta llegar a su final.
Los protagonistas indiscutibles en la aventura son Ellie y Joel, con los cuales recorreremos todo el camino hasta conseguir nuestra misión: poner “a salvo” a Ellie. Durante el trayecto nos encontraremos con otros supervivientes de esta locura y compartiremos momentos intensos con todos y cada uno de ellos. Ellie tiene una característica muy importante: es inmune a las esporas y la infección en general. Es por eso que Joel, en busca de una solución para este gran problema, ayudará a la pequeña.
Un poquito de aquí y un poco de allá
El plato fuerte de The Last of Us es sin duda su jugabilidad, pero tampoco es que nos esté mostrando algo completamente novedoso. Hay muchas cosas de su sistema de juego que recuerdan a otros grandes títulos de la historia de los videojuegos (como por ejemplo juegos de infiltración y sigilo) y la innovación por tanto se ve mermada. Lo más interesante es que podemos “personalizar” nuestro modo de juego, es decir, si queremos ir a machete a destrozar enemigos con nuestros puños, armas o a través de otros objetos del escenario podemos hacerlo, pero si por otro lado nos gusta pasar desapercibidos y caminar entre las sombras, también podremos hacerlo prácticamente siempre.
Será nuestra decisión en cada momento la que defina el estilo y ritmo en el videojuego. Aún así, está pensado para que utilicemos en gran medida los movimientos de sigilo, por la multitud de coberturas que encontraremos, la escasez de suministros y los tipos de enemigos que no siempre podrán ser aniquilados de manera fácil. La variedad de enemigos no es muy alta, fundamentalmente tendremos a los chasqueadores (con distintas variantes más o menos peligrosas), humanos convertidos completamente en monstruos que vagarán sin rumbo siguiendo sonidos ya que no pueden ver y los corredores, que son humanos infectados de manera reciente los cuales todavía no tienen una completa transformación física. Éstos sí que nos verán y escucharán, además de salir corriendo hacia nosotros o volverse locos al escuchar un ruido sospechoso.
Pero no todos los enemigos son infectados, ya que los humanos normales o cazadores como son denominados en el juego, estarán al acecho también para intentar robar nuestras pertenencias. No podremos fiarnos de nadie salvo de nosotros mismos. Cabe destacar la buena IA que tienen los enemigos, los cuales se esconderán si nos tienen cerca, evitarán enfrentamientos directos buscando coberturas, atacarán de forma diferente si vamos armados o no, etc.
Con Joel podremos realizar ataques diferentes, que van desde los ataques cuerpo a cuerpo a manos desnudas cual boxeador experimentado, con objetos del terreno de juego como tablas, bates de béisbol, etc. o con armas. Hay varios tipos de armas de fuego, desde pistolas hasta rifles, sin olvidarnos del útil arco, el cual es muy silencioso para realizar ataques (y además si tenemos suerte podremos recoger las flechas utilizadas en tiros certeros que no se hayan roto en el proceso de los cadáveres). También podremos utilizar elementos del escenario para despistar a los enemigos o lanzarles cócteles molotov para que se prendan fuego entre ellos. Los ataques por la espalda serán muy buenos amigos nuestros, pudiendo noquear al instante al enemigo o mantenerlo firme entre nuestros brazos durante un breve período de tiempo para escapar del punto de mira del enemigo.
Toques roleros en medio del terror
Con respecto al inventario, cabe destacar que podremos recoger ciertos materiales de los escenarios (los cuales se recomienda investigar a conciencia) para poder fabricar cosas tales como medicamentos, dagas, explosivos, etc. Nuestro personaje también irá aumentando “su nivel” si conseguimos suficientes píldoras durante el juego, mejorando el tiempo de fabricación, curación, barra de salud, etc. Otra de las cosas importantes que encontraremos serán las herramientas, que nos permitirán perfeccionar nuestras armas, con mejoras como la cadencia de disparo, capacidad de munición, retroceso, etc. Esto sólo se podrá realizar en puntos concretos de la aventura. El mejor consejo que se puede dar: recoger todo lo que podáis, investigar cada punto del mapeado y gastar los menores suministros posibles.
El movimiento de los personajes es muy realista. Podremos cambiar de mano la pistola u objeto a lanzar mientras estamos agazapados tras una cobertura, correr de un lugar a otro agachados o no e incluso escuchar el movimiento de nuestros enemigos para saber cuáles son sus trayectorias y lo cerca que están de nosotros. Veremos por pantalla sus siluetas en blanco mientras estén haciendo ruido. Esto es muy útil para trazar una estrategia de ataque contra ellos.
Por lo demás, The Last of Us no es un juego de mundo abierto, es bastante lineal y nuestro camino ya está trazado. Sí que es cierto que en las zonas donde tendremos que lidiar con peligros, habrá diferentes recorridos que podremos tomar, pero finalmente habrá que llegar al lugar previamente marcado. Además, la exploración al comienzo del juego es prácticamente nula, pero la cosa va mejorando según avanzamos hacia el final.
Los personajes secundarios nos ayudarán de buena manera cuando nos acompañen en la aventura y no estorban en ningún momento estropeando la experiencia de juego. También es cierto que una gran parte de las veces se dedicarán a observar desde la distancia, pero su IA no es para nada despreciable.
Un apartado técnico envidiable
Gráficamente The Last of Us es una auténtica maravilla, se ha hecho un trabajo increíble para modelar todos y cada uno de los decorados, sin dejar de lado un pequeño resquicio de ellos. Los detalles son apabullantes y el realismo que se les ha dado es total. Veremos constantemente la manera en que se han arrasado diferentes lugares, desde museos hasta cafeterías o campus universitarios entre otros escenarios. Todos están ambientados de una forma fantástica, con unos efectos de luces y sombras que no dejan nada a la imaginación. Los personajes, por supuesto, se han modelado con esmero, repletos de detalles que les aportan un gran realismo, además de unas expresiones faciales que muchas veces nos harán saber todo lo que tenemos que saber sin pronunciar palabra.
El tiempo irá cambiando también y con él los atuendos de los personajes. Eso si, no son personalizables. Por último y a destacar, veremos en sus rostros las heridas y magulladuras producidas por los intensos combates y enfrentamientos con todo tipo de enemigos. Pero como todo videojuego, tampoco se libra de los glitches y demás errores gráficos, aunque sin haber detectado alguno que haya arruinado por completo la experiencia de juego.
El apartado sonoro también tiene una calidad arrasadora. El doblaje al español es sublime, se han caracterizado de una manera magnífica a todos y cada uno de los personajes sin dejarlo al azar, pero hay un problema muy grave en este apartado que nos deja muy mal sabor de boca y es la forma en la que se ha regulado el sonido. Las voces de nuestros acompañantes no se escuchan bien a no ser que estemos mirándoles directamente, se pierden de manera constante dificultando el avance del juego a veces y subir el volumen sólo hará que nos destrocemos los oídos por el volumen de la música ambiente o sonidos de disparos. Hay una opción dentro del juego para regular el volumen de cada uno de los apartados, pero aún así cuesta mucho comprender lo que dicen, obligando por completo a utilizar la opción de subtítulos en el mismo idioma. Es una lástima que el buen trabajo que se ha hecho en el doblaje no se pueda disfrutar completamente por este problema.
Si que es cierto que los efectos de sonido en relación a la distancia están muy bien conseguidos, aportando cierto realismo al juego, pero el nivelado no es el más correcto. Por lo demás, nos acompañará constantemente una música ambiental que introduce al jugador por completo en el juego, arrastrándole a la tensión característica de esta entrega y unos efectos de sonido en disparos, jadeos, golpes, etc. muy realistas.
Conclusión The Last of Us
Hay que decir que The Last of Us es un juego muy bueno, que entretiene y nos introduce en un mar de sensaciones que pocos juegos llegan a conseguir, pero no podemos decir que es un juego de diez porque no es ni mucho menos perfecto. Y menos mal que no lo es porque entonces ya no podríamos seguir disfrutando de juegos imperfectos tan buenos como éste. Tiene ciertos fallos gráficos y sonoros, además de carencias en su línea argumental, cierta linealidad y poca innovación en la jugabilidad que nos hace pensar ésto, pero desde luego todo esto se ve eclipsado por un sistema de juego que te invita a seguir jugando, a seguir conociendo más de la historia, a ver cómo acaba y completarlo al 100%. Si a todo esto le acompañan unos gráficos magníficos y un apartado sonoro respetable como es el caso, estamos hablando de un juego altamente recomendado que debe estar desde ya en vuestra colección.
VALORACIÓN
Título: The Last of Us Distribuidora: Sony Nota 9,6/10
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