Revista Cine
Director: John Dahl
Admito que me demoré más de la cuenta en comentar las tres primeras películas de John Dahl, pero no vendré a quejarme o citar frases de libros motivacionales para justificarme; estoy tratando de ser menos ampuloso y hablador (escribidor). Sí me cabrea que la gente haya pisado el palito y piense que "Preacher", la serie, es lo mejor y más "cañero" que se puede ver en la tele gringa, pero así son las cosas cuando dos pelafustanes disfrazan la alevosa corrección política de necesaria pero inefable incorrección motivacional. Pero bueno, AMC necesita un nuevo éxito luego de "Mad Men" y "Breaking Bad", y como "Better Call Saul" ha pasado desapercibida considerando de donde viene, entonces no es de extrañar que la campaña promocional sea impúdica y llena de lugares comunes. "Preacher" era para HBO, pero ése es otro debate. Sólo espero que no se metan con otras obras de Ennis (por desgracia, "The Boys" cayó directamente en los pantalones de Rogen y Goldberg). Viejo, espero que tampoco se metan con la titánica "Transmetropolitan" de Warren Ellis. Y ya que hablamos de cómics, ¿qué pasó con la versión cinematográfica de "Supercrooks" que preparaba Nacho Vigalondo sobre el cómic de Mark Millar? El otro día lo leí y me pareció la mar de entretenido, algo a lo que Vigalondo le sacaría jugo.
Linda Fiorentino es una mujer que sabe lo que quiere y que no se intimida ante nada, menos ante su marido, Bill Pullman, que es un ser débil y penoso. Por eso huye con una gran cantidad de dinero, aunque el marido no se dará por vencido y en el camino la dama se encontrará con un par de obstáculos. Todo por el dinero, oh sí.
Entonces... ¿qué fue de Linda Fiorentino? Kevin Smith dijo que ella era insoportable, pero Kevin Smith es una mierda informe que dice que todos son insoportables menos él, quien se considera un genio atractivo (no es broma). Igual muchos dicen que Fiorentino era de carácter difícil y que por eso la fueron ignorando, pero vaya uno a saber... Lo cierto es que con la presente película ganó el premio como mejor actriz en los Independent Spirit Awards (no le doy mucho crédito a esta ceremonia, basta observar los últimos cinco ganadores a mejor película... ¡puaj!), y no es por nada, pero pienso que la dama está encantadora, que derrocha carisma y sensualidad. Quizás no sea un rol que le exija mucho (así como llorar y sufrir grandes calamidades), pero se adueña del fotograma y del personaje de inmediato, y eso es actuación: se funde con la trama y su tono (palabra clave hoy día), con la propuesta fílmica. Toma el control de todo, hace lo que le da la puta gana. De hecho, Linda Fiorentino es gran responsable de que la película funcione, pues si tomamos en cuenta que los otros dos personajes importantes están interpretados por un divertido pero poco esforzado (aunque cumple en su papel) Bill Pullman y un soso Peter Berg, es decir dos machos débiles y lastimosos, la cosa pudo haber dejado mucho que desear, considerando el irreverente tono del film (sin una protagonista con personalidad, la película entera pierde coherencia). Pero tenemos a Fiorentino y el conjunto entero se hace más atractivo y llevadero. "The last seduction" nada tiene que ver con la gravedad y seriedad de "Kill me again" y "Red Rock West", que son los dos filmes previos de Dahl; tienen en común que el director apuesta casi todo a la atmósfera y al tono como gran motor narrativo y generador de tensión, incluso de mística, lo que le inyecta energía y corporalidad al guión de turno, en el presente caso uno muy ingenioso y bien escrito, con un relato igual de interesante y sorpresivo que su protagonista, toda una mente maestra del engaño y los planes fríamente calculados. Esta película no necesita ser alabada exageradamente, pero sabe a lo que va y lo hace con gran actitud, habilidad y coherencia, acompañado de una banda sonora ideal y un bien manejado toque de ligereza y frivolidad: el dinero en primer lugar, todo lo demás al último; no vamos a ponernos moralistas y dar lecciones, mejor soltemos el lado salvaje y juguetón (hay más de lo segundo que de lo primero, eso sí). Si tuviera que compararla con una cinta más o menos similar, ésa sería "Payback", de Brian Helgeland, que también recurre a una trama criminal (aunque aquélla se acerca más a "la institución criminal" y al policial) y a ser narrada con irónico sentido del humor y del género. La de Helgeland también tiene otro protagonista de gran carisma: Mel Gibson, a quien habrá que ver en la próxima "Blood Father".
Y eso es todo, pero para resumir: "The last seduction" es un redondo, entretenido y efectivo ejercicio neo-noir, quizás el mejor trabajo de John Dahl (ciertamente el que más conforme me ha dejado, el que más me ha gustado, con el que más he disfrutado), quien desde el inicio vislumbró y apostó a que lo suyo, la gran gracia que lo identificara como director, fuera recurrir fuertemente al despliegue visual y ambiental del relato más que al tratamiento efectista del guión de turno: el noir, o en su defecto el thriller, es mucho más que una trama engañosa; por lo menos debe haber un tratamiento de la moral, aunque no sea nada ultracomplejo o ultraprofundo. El hombre sólo necesitaba un guión lo suficientemente férreo y certero para que su interesante puesta en escena no perdiera credibilidad en algunos puntos, para que su visión funcionara de inicio a fin. "The last seduction", señoras y señores, es el crimen perfecto.