Revista Cultura y Ocio
Esta semana ha salido el nuevo disco de una de las grandes del neosoul, The Light Of The Sun, de Jill Scott.Han pasado cuatro años desde que Jill Scott lanzó su último álbum, The Real Thing: Words y Sounds vol. 3. Aunque he disfrutado viéndola en varias películas y me alegra que haya tenido un niño, me apetecía que esta diva del neosoul me sorprendiera con una de sus obras maestras que nunca decepcionan. Mi deseo por fin parecía que iba a hacerse realidad el pasado abril, cuando Scott apareció de nuevo con dos nuevas canciones: Shame, que me pareció muy acertado como single, canción pegadiza con una aparición estelar de Eve; y So In Love junto a Anthony Hamilton un tema pegazido, una de esas canciones bonitas que nunca están de más. Entonces, he estado disfrutando de esas dos canciones hasta que el disco ha llegado a mis manos, hace unos días.
El álbum comienza con la canción Blessed, que trata de las muchas razones por las que es feliz, como tener un niño y tener el apoyo de su familia a su lado. La premisa detrás de la clase de canción me recuerda a Golden, una canción alegre que hace te da ganas de vivir en cuanto la oyes.
Una cosa que me di cuenta que era diferente en este álbum que los anteriores tresdiscos de Scott fue el apariciones de diferentes artistas. Además de Anthony Hamilton, Doug E. Fresh hace una aparición en la pista All Cried Out Redux. Para el primer verso, Scott canta acapella sobre el beat box de Doug E. Fresh, lo que hace que te enganches a esa canción desde el principio. La canción es algo diferente de lo que se suele escuchar de ella y me alegro de que se decidiera a intentar algo nuevo.
Scott vuelve a sus raíces poéticas en la canción Womanifesto. El poema describe las diferentes facetas de una mujer. Creo que muchas mujeres se sienten relacionadas con este poema porque va dirigido a diferentes tipos de mujeres y no sólo uno, como es habitual.
En la segunda mitad del álbum dominan las canciones de tempo más lento. Paul Wall, también hace una aparición en la canción So Gone. A primera vista se podría pensar que Paul Wall está fuera de lugar en la canción, pero de alguna manera creo que encaja en esta canción. Es una canción lenta muy sensual, y muy adecuada a la preciosa voz de Jill.
Bueno, para ir acabando, no voy a decir que este disco es mi favorito de Scott, pero es un disco muy bueno y si estás buscando un álbum que celebre el amor, intenta cosas nuevas, y tiene buena calidad general, aquí tienes la música para escuchar en una noche de verano. En definitiva, Jill Scott ha vuelto ha demostrar por qué está donde está y me ha recordado por qué la aprecio tanto, tiene ese pequeño don de hacer el neosoul un poco más personal y sensual.