Revista Cultura y Ocio

"The midnight meat train" o "El vagón de la muerte"

Publicado el 02 abril 2014 por Monotematicosfm @curnom
Ryûhei Kitamura quizás no sea un nombre muy conocido en Occidente. Sin embargo, en Japón es una figura de renombre con casi una veintena de películas a sus espaldas. El realizador nipón ha hecho un buen repaso a diferentes géneros tales como el kaiju-eiga con una versión de Godzilla (2004) o adaptaciones de manga como Azumi (2003). Un realizador sin lugar a dudas ligado al cine de terror y al gore que encaja a la perfección con la historia de la película. 
Basada en un relato homónimo de uno de los padres del terror contemporáneo, Clive Barker. Barker ya tiene un largo recorrido en el mundo audiovisual tanto como realizador, guionista y productor. Un hombre orquesta del terror que en esta ocasión ejerce de productor de la película. 
Kimiura adapta con acierto la obra de Barker con un guión de Jeff Buhler y con la conocida cara de Bradley Cooper al frente del reparto. Es bien sabido que las adaptaciones no siempre contentan a todos. En esta ocasión el relato original ha sido sustancialmente modificado y nos presenta a un joven fotógrafo neoyorquino en búsqueda de la foto que capte la esencia de la ciudad. Irá a parar con una de sus fotografías captando a un supuesto asesino en el metro de la urbe. Rápidamente se verá obsesionado por el tema e iniciará una delirante investigación que pondrá en peligro su relación amorosa y su propia vida. Sus pinitos como detective le llevarán a descubrir el tenebroso secreto que vive en las entrañas de la ciudad. Un secreto que devora a sus habitantes en pos de mantenerse con vida y que siempre necesita suministro de carne fresca. 
Quien haya leído el relato verá un importante cambio en el protagonista, de anodino oficinista a un fotógrafo en busca de inspiración. La literatura de terror siempre se ha servido de jóvenes artistas para sus relatos, la supuesta superior sensibilidad de estos los convierten en protagonistas idóneos para el terror psicológico. Los cambios en el relato no disminuyen el interés de la película y logra mantener el espíritu de lo escrito por Barker hasta el final donde los cambios nos llevan a un desarrollo diferente a la par que similar al del relato. 
Si la película viene arropada por papá Barker es sello inequívoco de la aparición de ciertos elementos tales como: extrañas criaturas, visiones, conspiraciones y sangre, en especial de esto último hay bastante en la película. Kitamura tiembla un poco a la hora de presentarnos la historia y en algunos puntos la narración se vuelve algo lenta e innecesaria, la película podría haber sido resuelta en 90 minutos en lugar de los 100 que dura y se habría visto aligerada. 

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