"Si destruyes toda una generación de cultura,
es como si nunca hubiera existido." Gracias a CineVista blog de cine, tuvimos la oportunidad de ver la última película de George Clooney, película con un reparto de lujo y una historia que poco se ha mostrado en pantalla.
El conocido actor, director, guionista y productor George Clooney, se ha labrado una exitosa carrera, no sólo a la hora de actuar sino a través de su activismo político, que impregna sus obras audiovisuales. Clooney, quien debutó como director con la estupenda Confesiones de una mente peligrosa, nos entrega de nuevo, una producción en la que toma un hecho histórico dándole cierto carácter patriótico, humor y una puesta de escena retro, que sale bien librado en la mayor parte del metraje;
el actor/director nacido en Kentucky, se reúne nuevamente con un par de conocidos -amigos realmente- como Matt Damon y Kate Blanchett, para formar este relato que tiene como fondo el fin de la Segunda Guerra mundial.El guión de esta película, co-escrita por el propio Clooney junto a Grant Heslov, -quienes adaptan la novela de Robert Edsel-, es un relato histórico, que nos adentra en la misión que deben cumplir unos selectos -ajenos a la guerra- hombres dedicados al arte, para poder recuperar las obras que fueron robadas por los nazis; quienes quieren montar, bajo las ordenes del Führer, uno de los museos más grandes del mundo. Estos hombres, reclutados por Frank Stokes (George Clooney), se reunirán en el propio campo de batalla, para lograr el objetivo de rescatar tanto las piezas de arte como los archivos culturales, que con la inminente caída del régimen nazi y muerte de Hitler, serán destruidas.
Película que cuenta en sus filas con una serie de actores, ganadores del Oscar, de culto y veteranos de la pantalla grande como: Bill Murray, John Goodman, Cate Blanchett, Matt Damon, Jean Dujardin, entre otros, quienes interpretan a una serie de expertos conocedores del arte, que sacrificarán además de sus comodidades, su propia vida en nombre de la cultura y el arte.
Con una puesta en escena impecable, en donde destacan además de las actuaciones y la ambientación de finales de la Segunda guerra, una fotografía con oficio y al servicio de la misma atmósfera realista que quiere imprimir Clooney, detrás de los lentes y la cinematografía está Phedon Papamichael, griego radicado en los Estados Unidos, que ha trabajado con varios directores de la tala de Wenders, Payne y el propio Clooney, que sin tener una huella personal como fotógrafo, si es un director que logra adaptarse al mundo de cada cineasta con una cinematografía limpia, y en este caso con pocos contrastes, mucho más centrado en las propias actuaciones y veracidad de la misma fotografía.
Un habitual de Hollywood y de paso de este blog, es el compositor musical Alexandre Desplat, que construye una banda sonora casi como un ejercicio retro del cine de posguerra, con tonadas militares, heroicas, que nos imbuyen en unos sonidos épicos, que en cierta -y desafortunada- forma, pareciera no cuadrar con la misma película, sin dejar de lado que Clooney concibe un largometraje con muchos elementos de la época dorada de Hollywood, y del mismo cine bélico de posguerra; en resumen, una buena banda sonora, que no empata - o que se hace demasiado nostálgica o fuera de su propio -nuestro- tiempo-.
The Monuments Men, no es la película más arriesgada de Clooney, camina por aguas, más bien tibias frente al tema bélico, y asume un patriotismo nostálgico, que sin restarle calidad a sus puntos fuertes, como la historia, actuaciones, no llega a formar un conjunto cinematográfico sólido o, una posición determinada frente a la guerra o el suceso; se queda en la anécdota y su frente de actores, que son los que llevan el gran peso del largometraje.
Aún así, con sus vicios y virtudes, es entretenimiento de gran producción, alejada de la violencia - que en este caso, resulta acertada una violencia fuera de campo, poco cruenta o desgarradora-, o romanticismos, concentrándose en lo verídico de una historia tan improbable y -del gusto del público-, como la de unos hombres, entrados en años y absolutamente inexpertos en la guerra, que decidieron asumir ir al frente de batalla, para recuperar las casi 5 millones de obras que el nazismo había robado en la mayor parte de Europa.
Aunque, me pareció un trabajo bien formulado, con unas sólidas actuaciones e interesante historia, si es notable esa "posición gris" de Clooney - posiblemente del mismo autor del libro-, en un largometraje lleno de matices, de posibilidades argumentales y hasta políticas, que más bien recuerda o rememora algunas películas de un tono más humorístico de los años 50 ´s o 60´s, en donde la liviandad del tema pasaba por encima de los mismo intereses del director.
Una película recomendable y hasta entretenida para conocer un tema poco explorado, como el del robo de las piezas de arte por el régimen fascista, pero que no debe ser tomada demasiado en serio, ya que Clooney, termina entregando una obra con cierta dosis de "amabilidad" y americanismo vacuo, que termina acertando con su elenco de veteranos, y algunas secuencias de inteligente producción, pero bastante tibia en todo el sentido de la palabra.
Zoom in: Festival de Berlín: Sección oficial largometrajes (Fuera de concurso)