Revista Cultura y Ocio
Un “Mula” de buena cepa
Earl Stone (Clint Eastwood), es un horticultor octogenario que está en quiebra, solo y a punto de perder su negocio. Al escuchar que es un excelente conductor y que nunca ha recibido una multa en su vida, se le ofrece un trabajo aparentemente fácil: sólo requiere conducir. Sin darse cuenta Earl se convierte en traficante de drogas para un cártel mexicano y se convierte en el objetivo principal del agente de la DEA Colin Bates (Bradley Cooper). Antes que decir nada más, vaya y reserve sus boletos para ver esta película, sobre todo si usted es seguidor del señor Eastwood, porque su papel en esta cinta le va a encantar. Tal vez a los jóvenes millennials les parezca reprobable, pero para usted, querido adulto contemporáneo y/o glorioso representante de la tercera edad, será sin duda un agradable momento. Cuando pienso en Clint Eastwood, siempre pienso en él como un adulto mayor, creo que lo veo así desde hace 30 años, y hoy, a sus 88 años pareciera que aún tiene mucho por ofrecer.Aunque tiene papeles legendarios en la historia del cine, para mí su mayor valía está en su faceta de director. Unforgiven, Mystic River, Million Dollar Baby y Gran Torino me parecen de lo mejor de su repertorio. Con The Mule veremos un personaje muy parecido a Walt Kowalski (Gran Torino), pero digamos que con más dosis de Eastwood. La Mula no está hecha para recibir premios, sino para divertirse, reírse de él mismo y mostrar su cinismo y sus toques de ultraderecha en una sala de cine. No sé si ya está arrepentido de alabar a Donald Trump o si simplemente le vale un reverendo pepino su falta de corrección política. En la película (y en la vida real tal vez) la edad le permite mostrarse como un anciano ingenuo o como un viejillo “jijo” de la fregada y los dos extremos le quedan que ni pintados. Su temperamento y su cinismo derriten hasta a las más ofendidas como pueden ser su esposa Mary (Dianne Wiest) y su hija (literal) Iris (Alison Eastwood). Bradley Cooper se ha convertido en la cartita repetida del director, pero esta vez se queda a la sombra, parece que su participación es sólo amistosa, ya que todo en The Mule está hecho para que Eastwood sobresalga. En la cinta también participan: Andy García, Laurence Fishburne y Michael Peña. The Mule está basada en una historia real, viene bien acompañada de la banda sonora de Arturo Sandoval, en verdad es coleccionable; el guion de Nick Schenk no es de lo mejor, ni tampoco todos los aspectos de la dirección, pero eso ni al director le importa. Eastwood se convierte en un criminal inocente, escuálido y desobediente que ni siquiera es capaz de portar un arma, menos de derribar a nadie en combate, pero a todos nos doblará de la risa.