O lo que es lo mismo "El Nombre del Viento. Crónica del Asesino de Reyes: Primer día". La historia de un chiquillo de pelo rojizo, con grandes dotes para la interpretación y la lírica, parida de la mente de Patrick Rothfuss, a quien los más atrevidos ya comparan con George R. R. Martin o el mismísimo J. R. R. Tolkien.
Ambientada en un mundo imaginario con un entorno medieval, la primera parte de esta trilogía fantástica aborda el primero de los tres dias de la historia narrada por Kvothe.
Para que no os devanéis los sesos intentando averiguar como se pronuncia, os ahorraré el esfuerzo y me referiré a nuestro protagonista a partir de ahora como "Cuouz". En sus años mozos músico, con grandes dotes para la interpretación, con ciertos poderes mágicos y miembro de una troupe, Cuouz, crece rodeado de su familia, los Edena Ruh, artistas itinerantes no muy bien vistos en el universo de Rothfuss. A lo largo de los años, y con no pocos esfuerzos logra forjarse una reputación, convirtiéndose en poco menos que en una leyenda, pero las cosas no son eternas, y al final busca, o se ve obligado a buscar, una vida más tranquila como tabernero en un pequeño pueblo, bajo el nombre de Kote.
Pero un extraño suceso le obliga a desenterrar su pasado, y volver a convertirse en el hombre que un dia fue, y ahí es donde entra Cronista, un escribano que recala por casualidad en la posada que nuestro héroe regenta. A partir de ahí, el escriba recoge parte de su vida, sus primeros años; sus incursiones en las artes mágicas; las tragedias de su infancia; los palos que le dio la vida y sus periplos en su andadura para convertirse en arcanista en la universidad...
Si bien es cierto que al principio puede parecer denso, o hacerse pesado, cuando llevemos un buen tramo de libro leído devoraremos sus páginas con avidez deseando que no acabe, o con unas ganas tremendas de leer su segunda parte: El temor de un hombre sabio.