Glen Davis y Nate Robinson estuvieron simplemente perfectos.
Al fin se consumó el empate y los Celtics lucieron algo de buen juego. Con el 1-2 en contra, derrota en casa y contra las cuerdas, los Boston Celtics de la mano de un banquillo espectacular, liderado por Glen Davis con 18 puntos y por Nate "Al Capone" Robinson con 12 se llevaron un cuarto partido digno de grabar en vídeo y dejar para las posteridad.Si previamente al partido remarcábamos claves a tener en cuenta como la aportación de la segunda unidad, el rebote, la defensa o el anular a Pau Gasol. Todas y cada una de ellas se cumplieron. El equipo carburó a tope en el último cuarto donde los Lakers desde el minuto 8:00 dieron practicamente por sentado que deberían jugar el domingo de nuevo, otra vez, desde cero, sin ventajas y al mejor de tres.
Pero no todo van a ser muestras de satisfacción para el equipo ya que no fue hasta el último cuarto cuando logramos tomar ventaja. Hasta el momento y desde el minuto 3:00 apróximadamente del primer cuarto fuimos a remolque todo el partido. Logramos controlar las distancias, jamás nos despegamos de los 4 puntos pero como ha sido habitual en estas finales, nos faltó ese jugador del quinteto que aportara los puntos necesarios para dar el aceleron.
Ray Allen volvió a jugar un pésimo partido, 0/4 en triples y su defensa ante Kobe Bryant simplemente, nefasta e inútil. Bryant las metió de todos los colores, eso sí, hasta que salió a cancha Tony Allen. Por su parte Paul Pierce a pesar de salir motivadísimo y muy enchufado en la primera mitad realizó una segunda parte muy mala. Se volvió a bloquear y no fue hasta escasos minutos para el final cuando volvió a anotar, todo sea dicho, para finiquitar el partido. También destacable el partido de Rajon Rondo. El joven base de los Celtics sigue sin encontrarse a gusto en la cancha y parece aquejar serias molestias en su espalda debidos a la pasada serie ante los Orlando Magic. Anoche en la primera mitad tan sólo una asistencias para él y 3 rebotes.
Pero volviendo al partido, como comentaba, los Celtics fueron por debajo en el marcador todo el tiempo. Constantes fueron los envites que les dimos a los Lakers pero todos ellos no fueron más que meras amenazas. Nos poníamos a un punto y no lográbamos sobrepasarlos, así, llegamos al último cuarto con las mimas posibilidades de victoria para uno que para otro. Un dato, los Lakers ya no tenían a Andrew Bynum en la pintura (molestias en su rodilla) por lo que Doc Rivers decidió dar minutos a Glen Davis.
La decisión no pudo ser más acertada por el técnico, Davis anotó 11 de sus 18 puntos en ese cuarto y con la ayuda de un sensacional Nate Robinson con 12 puntos y poniendo el Garden patas arriba logramos irnos cada vez más y más en el marcador hasta que Kobe Bryant anotó varias canastas (espectaculares) y puso a sus Lakers a siete puntos. Entonces Doc decidió dejar el experimento (que resultó viable) y sacar al quinteto titular. El BigThree al completo de nuevo en cancha. Al final, Paul Pierce se encargó de cerrar un partido que sabe a gloria.
A destacardeberíamos la gran defensa ejercida de Tony Allen sobre Kobe Bryant en el último cuarto, simplemente le anuló. La gran actuación del banquillo, con 36 puntos, el doble que el de los californianos y sobretodo, las acciones individuales de Davis y Nate en ataque. Sin duda, fue la noche del banquillo. Todos (los que tuvieron minutos) lo hicieron de maravilla y demostraron que hoy por hoy, son el mejor banquillo de la liga. Lástima de esas faltas a Rasheed, quién obtuvo una técnica, al igual que Nate.
Ahora y con el quinto partido a disputarse en Boston deberemos jugar al máximo y que el quinteto titular de muestras de lo que son, un gran conjunto. Sin duda, deberemos jugar sin confianzas y partido a partido, jugando cada uno como si fuera el séptimo y sólo pensando en ganar ese quinto e importantísimo partido que nos llevaría directos a los Ángeles con el 3-2 reflejado en las tablas.
Tocará esperar, hasta el domingo no habrá partido, con lo que ambos equipos tendrán tiempo para tomar descanso y afrontar un quinto partido que se presenta memorable.
VAMOS BOSTON