The Newsroom, descifrando el periodismo en clave política

Pocas veces nos enfrentamos a una historia innovadora realmente por su contenido y argumento, al final la mayoría de series americanas principalmente tienen una ambientación, unos personajes o una trama que son estereotipos, de la sociedad o bien refritos de otras series o películas de éxito. Sin embargo con la serie que nos ocupa "The Newsroom" nos encontramos con algo nuevo, algo diferente, una serie sobre periodismo pero en que toman la misma fuerza por un lado, los aspectos propios del periodismo, por otro las tramas políticas y finalmente las relaciones de los personajes.

La historia comienza con una de las mejores y más impactantes escenas que se han rodado en una serie, un debate de personajes conocidos en una universidad americana, en la que nuestro protagonista Will McAVoy (un refutado periodista) protagoniza uno de los mejores y más críticos monólogos con la sociedad americana, una escena que marcará la serie y que por desgracia marca un cenit en la serie que en ningún otro momento se volverá a alcanzar.
El grupo de actores protagonistas está tremendamente cuidado y es muy variado, desde el periodista de la vieja escuela que es ahora editor jefe (el incombustible Sam Waterston), la productora con la que hay una historia previa (la siempre solvente Emily Mortimer), pasando por todo tipo de personajes corales.

Todos y cada uno de los personajes están cuidados, aunque un poco típicos se trata de un conjunto de personajes con fuerza y matices, capaces de construir una historia compleja, uno de los mayores lastres de la serie es su tremendo cariz político adaptada a las peculiaridades de Estados Unidos, es decir, se trata de una serie que no puede ser bien entendida sin conocer algunos de los detalles de los bandos políticos y la actualidad americana, su creador es un experto en este tipo de historias (Aaron Sorkin creador de la maravillosa y fascinante "El ala oeste"), que esta vez centra aún más sus esfuerzos en presentarnos todos los temas de actualidad de la vida política.

Sin embargo, este esfuerzo, se ve algo frustrado a partir de la segunda temporada, puede ser que el énfasis en dar mucha fuerza y velocidad a las historias hagan que consuma sus mejores cartuchos durante la primera temporada, que es absolutamente imprescindible, pero se nota un importante bajón en contenido y calidad en la segunda temporada, que posiblemente hirió de manera mortal a la serie, obligando a finalizarla de manera prematura en la tercera temporada.

Aún así nos encontramos ante una serie magnífica que merece ser disfrutada como lo que es, una de las mejores series sobre periodismo que se han hecho, y que además intenta hacernos más accesibles todos los detalles de la política americana, con unos personajes complejos y guiños a algunos de los momentos más importantes de la historia americana contemporánea.¿Os apetece adentraros en esta Redacción?
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