Revista Cine
Director: Martin Zandvliet
He dormido mejor, o mejor dicho, despertado mejor. Me sigue costando quedarme dormido durante las noches, y aunque en las mañanas el coro de los perros y los de la basura siguen incesantemente blandiendo el hiriente cuchillo de sus ladridos y voces, algo ha cambiado: dejé de poner el despertador de mi celular, lo que, causalmente o no, ha probado ser efectivo. Sigo despertando a la misma hora pero ahora por mi cuenta; por alguna razón no siento los ruidos con la misma intensidad de antes; y como resultado, despierto con una verdadera sensación de bienestar, una mente más preparada para los placeres y, por supuesto, las exigencias cinematográficas y literarias. Espero que la cosa siga así. Mañana retorno a la piscina, además. ¿Podría tener una racha de buenas semanas, buenos meses y, quién sabe, buenos años, a partir de todo esto? En fin... Parece que las películas que los estudios no quieren estrenar en cines, presumiblemente porque no les tienen fe, acaban siendo recogidas por ese vertedero en que se ha convertido (siempre lo fue) Netflix. En cualquier caso "The Outsider" es una película que me interesaba, en primer lugar porque la dirige Martin Zandvliet, el mismo director de "Land of Mine", aquella película danesa que fue nominada a mejor película de habla no inglesa en los Oscar, y porque en su reparto encontramos nombres como el de Jared Leto, Emile Hirsch y, sobre todo, el de Tadanobu Asano, gran actor japonés. En su momento "The Outsider" iba a ser dirigida por Takashi Miike con Tom Hardy como protagonista, pero Hardy tuvo que dar un paso al costado por problemas de agenda y Miike debió hacer lo mismo, por la misma razón. Y, además de lo anterior, parecía sumamente interesante una historia de yakuzas.
No es mala película "The Outsider", sólo que es demasiado trillada y poco impactante. Es violenta y sangrienta, hasta podría decirse que "gráfica" y explícita, pero eso no la hace contundente. Su excelente ambientación es más bien un detallado telón de fondo (todo el crédito a la gente y los departamentos encargados de tal tarea) que una visión histórica de la época, del Japón de post-guerra, lo cual es claramente un elemento, potencialmente deslumbrante y poderoso, totalmente desaprovechado. Su descripción de la yakuza es bastante superficial, como si aún a estas fechas no conociéramos, aunque sea vagamente, los ritos y códigos de siempre tan ampliamente "difundidos" en obras de mayor y más equiparada calidad. Su trama, desde luego, está llena de lugares comunes y conflictos que se ven venir a kilómetros de distancia; sus personajes, solventes y obedientes esbirros del guión, algunos misteriosos por casualidad (¿el pobre trasfondo de Jared Leto es intencional o simple descuido?) y otros por esa particular mística que envuelve cada aspecto de la sociedad japonesa, especialmente sus estructuras y organizaciones menos turísticas. La puesta en escena del director es solvente, efectiva, al igual que su precisa ejecución formal, de buen pulso, interesante y casi elegante atmósfera, y cierta melindrosa solemnidad que, curiosamente, le otorga al conjunto una consistencia suficiente como para mantener a flote todas las carencias o superfluidades del guión.
Esta pudo haber sido una excelente película de Nicolas Winding Refn, que de seguro habría pulido el guión y vertido toda su personalidad e imaginería sobre las sugestivas imágenes del estimable Zandvliet.
"The Outsider" nos cuenta la historia de Jared Leto, un estadounidense preso en alguna prisión japonesa que un buen día le salva la vida a Tadanobu Asano, a quien luego ayuda a escapar de prisión, y como muestra de gratitud, Asano, de la yakuza, a su vez lo saca de la cárcel y le ofrece trabajo en la familia. El clan está en guerra (o en tensión) con otro clan, y no sólo eso, porque dentro del mismo clan hay rencillas y traiciones alimentadas por el rencor y el amor, y que cómo es posible que un gringo sea miembro de la familia y cómo es posible que ames a un sucio extranjero, todo lo que hago, todas las traiciones, son por el bien de la familia, es que acaso no ven que el gringo es puro veneno, y ya se saben el cuento. La película, eso sí, se va afirmando más o menos después de la mitad (ya en la media hora final adquiere una solidez superior al resto del metraje), cuando el motor narrativo es la venganza o la guerra de clanes y no tanto el rito de hacerse parte de la yakuza o al menos de intentar ganarse el respeto de los reticentes a la sangre no-japonesa (o del romance de medio pelo, improbable triángulo), y el director mismo aprovecha un par de oportunidades para ofrecernos escenas muy bien resueltas y muy bien apoyadas por una sensual banda sonora y un montaje que recordará (por el montaje en sí, no necesariamente por los acontecimientos, y sin que esté comparando calidad, por favor) a la secuencia de "El Padrino" en donde todos los enemigos de los Corleone mueren mientras Michael asiste al bautizo de su primogénito.
"The Outsider" no es mala película, sí desaprovechada: desaprovecha una interesante narración de tempo pausado; una atmósfera delicada y constante; un nada desdeñable tratamiento de la violencia en tanto ética y estética; una dirección de actores cuya contención resulta bastante expresiva; y una puesta en escena tan sobria como intensa (¿sobriamente intensa, o intensamente sobria?). Su esquemático guión frena constantemente lo anterior, y aunque Martin Zandvliet tenga algunas ideas bastante claras, le faltan otras tantas para ser uno de esos directores dueños totales de los proyectos que tienen entre manos, como lo son (guardando las distancias) Cimino, Coppola (por la magnitud y la temática), o Winding Refn, James Gray (por la atmósfera y la portentosa visualidad).
Aún así los animo a ver esta película, quizás no a disfrutar su trama, pero sí a descubrir los destellos de calidad que hacen de Zandvliet un director, todavía, a seguir y tomar en cuenta. Quizás, en el futuro, "The Outsider" sea mejor evaluada y pueda ser reconocida por sus razonables méritos. Yo no la olvidaría ni desecharía....arigato...