The Owners (Los propietarios) (2020), ópera prima en el terreno del largometraje del director Julius Berg, cineasta de amplio recorrido en el mundo de la ficción televisiva francesa, se presentó en el pasado Festival de Sitges dentro de la sección oficial de largometrajes a concurso. Este thriller con tintes de terror, enmarcado dentro del subgénero de las invasiones domesticas, opta por utilizar un afilado humor negro, a diferencia de otras cintas más recientes como No respires (Fede Álvarez, 2016), para presentarnos a un grupo de ladronzuelos de poca monta que se ven inmersos en un angustioso viaje a las entrañas del horror.
Jóvenes ingleses, perdidos, sin mucho futuro, algo tontos y con ganas de dar el golpe de su vida. En medio de una campiña inglesa vive el doctor Huggins y su esposa, dos venerables y queridos ancianos que han tratado toda su vida a los habitantes de los pueblos rurales cercanos. En su gran mansión, el doctor tiene su propia consulta y también amasa allí toda su fortuna. Por ello, Nathan y Terry, dos pobres chiquillos sin dinero ni metas, conocedores de la caja fuerte que allí se halla, son empujados por un sociópata peligroso a realizar su robo. Mientras tanto, Mary (Maisie Williams, Arya Stark en Juego de Tronos), la novia de Nathan, ajena al plan, se encuentra en medio de todo sin pretenderlo cuando estos se hacen con su coche para perfilar el plan y la escapada.
The Owners muestra un interesante arranque donde los títulos de crédito aparecen sobre un paisaje rural plácido y tranquilo. Un suave paneo nos descubre el idílico hogar de los Huggins y, en último lugar, el coche donde los tres amigos esperan impacientes la salida del matrimonio para arrasar con todo. En apenas cinco minutos, los tres personajes son retratados en sus personalidades: Nathan un joven perdido, de familia problemática, que sueña con dar un golpe y vivir plácidamente; Terry un joven con pocas luces, cuya madre trabaja para los Huggins y le ha dado las pistas, sin pretenderlo, para armar el robo; y Gaz, un psicópata que no es del pueblo y que ha empujado a ambos a ayudarle en el robo, sin que estos sepan lo que está dispuesto a hacer para conseguir el botín.Con una presentación sencilla, pero efectiva, tenemos a unos personajes que rápidamente pasan a la acción, y sobre los que recae uno más: el de Mary. La joven necesita su coche para ir a trabajar, pero su novio Nathan le pide un poco de tiempo. Embarazada, sin que este lo sepa, y con una hermana gemela que desapareció hace unos años (novia, por otro lado, de Terry, lo que levanta cierta turbiedad en su relación) la pobre se ve metida de lleno en la violencia de un robo que Gaz se ha dispuesto a conseguir sea como sea. Con la torpeza de unos delincuentes sin experiencia, los jóvenes no consiguen abrir la caja fuerte antes de la llegada de los Huggins y la noche se torna problemática desde ese momento. Creyendo tener la sartén por el mango, les amordazan y torturan para abrir la caja fuerte, pero... algo raro ocurre.
Si The Owners comienza como una película más de invasiones domésticas, lo realmente divertido de ella es como utiliza el humor negro y la violencia para dar la vuelta a los estereotipos e ir rompiendo expectativas con cada nuevo giro que ofrece. Aunque, claramente, no ofrece ningún atisbo de originalidad en la narrativa, así como tampoco en el propio guion y en las resoluciones finales que se ven venir, la película funciona de manera realmente entretenida si uno se deja llevar y la disfruta despojado de cualquier tipo de prejuicios. También, lo ideal, es dejar fuera de la sala cualquier intención de credibilidad.
Por ello no conseguirá romper moldes ni convertirse en una película de referencia, pero sí que cumple con el cometido de entretener y ofrecer una mirada más ácida y alejada de la gravedad. Teje bien sus subtramas, aunque sean poco creíbles, y acaba con un final totalmente contrario al inicio. Si al principio la cámara se movía misteriosamente en una calma rural, el final resulta completamente mordaz y muy fiel al espíritu que la película ha ido generando. Una película que se basa en los cambios de registro y que sin pretender ser buena, al menos resulta eficaz y entretenida.
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- ##check## Lo bueno
- Que no se tome en serio a sí misma y utilice el humor negro dentro de un registro violento.
Que mantenga el ritmo y los giros de guion en todo momento. - ##times## Lo malo
- Que no ofrezca nada especialmente nuevo al subgénero de las invasiones domésticas y que haya demasiado estereotipo, aunque se consciente.
También que la gente se la pueda tomar muy en serio, lo que sería un error.
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- Ambientación 7.0
- Cumple muy bien. Sucede casi todo el rato en el interior de la mansión y esta va mostrando sus diferentes estancias construidas de manera consciente para momentos determinantes de la trama.
- Desarrollo de Personajes 6.5
- Los giros son el principal eslabón de su desarrollo. Sobre todo el del matrimonio Higgins. El personaje de Mary, Gaz o Nathan están bien construidos y se mantienen fieles a su esencia. Mary tiene el mayor desarrollo y ofrece la parte más interna de la cinta, pero en cambio el de Terry se sobrepasa en su idiotez y acaba resultando una ficha algo fácil dentro del juego del guion.
- Argumento / Guión 6.0
- El argumento es mil veces visto. El guion es muy poco creíble, por lo que tampoco sería justo alabarlo. Aun así, es consciente de su juego y de sus exageraciones. Juega bien con los estereotipos y tiene algún giro gracioso
- Banda Sonora 6.5
- Funciona siempre de manera muy correcta dentro de la tensión de sus set pieces más violentas y del conjunto general de la película.
- Entretenimiento 7.0
- Pues sería el punto más destacable de la cinta. Si uno no se la toma especialmente en serio, The Owners resulta una cinta cumplidora y entretenida
- Montaje / Innovación técnica 6.5
- No tiene innovaciones, se basa en lo mismo de siempre, por lo que hay poco que destacar. Su montaje es efectivo, tampoco hace maravillas, pero cumple en algunos momentos de tensión bien construidos
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- Puntuación Total 6 / 10
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