Revista Viajes
En pleno corazón del strip de Las Vegas, está el The Palazzo, que es hermanito de uno de los hoteles más emblemáticos de la ciudad: The Venetian. Es un casino y hotel decorado en un estilo europeo, con los lujos típicos de la antigüedad en aquel continente.
La llegada es espectacular, con una muy amplia entrada; y tras las puertas un techo de cristal muy alto que permite el paso de los rayos del sol y justo abajo, una fuente enorme. Luego del check in, caminé hasta el elevador atravesando el casino y algunas tiendas de finas marcas. Mi habitación estaba en el piso 22, así que me esperaba una vista excepcional de Vegas, baby!!! Y así fue!!
Una suite grande con preciosa cama, tres televisiones (una en el dormitorio, otra en el baño y una más en la estancia), escritorio, baño con ducha y tina, amenidades completísimas, plancha, secadora, bata… todo para lograr una estancia perfecta. Por supuesto que también tiene aire acondicionado y wifi grauito y de buena velocidad.
Luego de explorar la suite, lo siguiente era apreciar la vista, pero cómo les explico que me sentí tal cual los rucos de la peli “El último viaje a Las Vegas”, porque no logré encontrar cómo abrir las cortinas. El misterio quedó resuelto por la noche cuando regresé de la cena y me decidí a que una ventana con cortinas no me podía ganar; obvio, encontré el control, se deslizó aquella tela blanca a los lados y con una copa de espumoso y fresas cubiertas de chocolate disfruté de Vegas desde las alturas.
The Palazzo se encuentra justo al lado de The Venetian y están unidos por una zona comercial, así que es difícil detectar en qué momento cambias de hotel. Si lo tuyo es el shopping, entonces te darás gusto en Grand Canal Shoppes, con tiendas de todo y por montones: ropa, accesorios, galerías de arte, regalos, calzado, dulces… en fin. Y si esas tiendas no son suficientes para tu terapia desestresante, te cuento que justo en contra esquina de The Palazzo está el Fashion Show Mall. Pero también hay infinidad de cafeterías, bares y restaurantes, desde los más sencillos hasta los más sofisticados.
Al hospedarte en The Palazzo o en The Venetian tienes acceso a las albercas de ambos hoteles. Pero aún si no te hospedas ahí, vale la pena visitarlo, recorrerlo y disfrutar de un almuerzo o cena en algunos de sus establecimientos.
No olvides visitar el canal que está en The Venetian, que es todo un atractivo. Culmina en una réplica de la Piazza de San Marcos, de la bella Venecia.
Me cuentan que The Palazzo además tiene un excelente spa, al que no tuve oportunidad de ir, pero esto me da el pretexto perfecto para regresar.
En fin, la llegada a este al hotel The Palazzo fue el perfecto preámbulo para un viaje en el que fui en busca de Las Vegas del arte y la cultura y del que les estaré contando en los siguientes días.