

I didn't know when to stop regresa al rock and roll de manera brutal, con grandes cambios de ritmo y esa fusión de guitarras y armónica que es espectacular. Y llega mi momento del disco con Maybe love is in NYC que habla precisamente de que su amor quizás está en Nueva York, aunque cita otras ciudades como Barcelona, Honk Kong, etc., tremendo tema con un solo de guitarra brutal y donde Hynde canta como si tuviera 20 años, eternamente joven. Junkie walk se inicia con un riff de guitarra algo pesado y machacón hasta que llega la voz de ella y todo lo encauza, otra joya. Didn't want to be this lonely es la canción más alegre del trabajo, a medio camino entre el rock y el rockabilly. Cryin in public cierra el disco colocada perfectamente, la más lenta de ritmo, con inicio de piano en plan garito a su hora de cierre, que incluso contiene arreglos de cuerda.
