En un futuro cercano, los ciudadanos de Los Ángeles han desarrollado una enfermiza obsesión por la intimidad, de modo que ocultan sus identidades bajo disfraces y diversos avatares en su vida pública. Es prácticamente imposible obtener información personal acerca de otros, pero en este campo destaca Patrick Immelman, detective privado que trabaja al margen de la ley. Bastante escéptico con el mundo que le rodea, no puede resistirse al inquietante trabajo que le ofrece una nueva clienta.
The Private Eye es el nuevo trabajo de Brian K. Vaughan y Marcos Martín, que ya colaboraron juntos en la estupenda miniserie Doctor Extraño: El Juramento. Ahora nos sorprenden con una propuesta rompedora no tanto por la historia que nos cuenta, sino por el formato en que se presenta. A través de la web Panel Syndicate, los lectores podemos descargar directamente el primer número de The Private Eye en inglés, español o catalán eligiendo nosotros mismos el formato y el precio que queremos pagar por él. Con esta rompedora iniciativa, Vaughan pretende explorar la relación entre los creadores del cómic y los lectores sin intermediarios y sin ningún tipo de restricciones editoriales. Además, depende del apoyo que reciba que la serie continúe y alcance los diez números que formarían el primer arco argumental. También hay que resaltar el formato del cómic, 32 páginas adaptadas a las dimensiones de las tablets.
En cuanto al cómic en sí, no está nada mal. Nos presenta una historia bastante atractiva haciendo uso de los clichés del género negro, con detectives duros y mujeres fatales incluidos, ambientada en un futuro distópico que recuerda bastante al de Los sustitutos y que sirve de crítica a la situación social actual y el uso que hacemos de las nuevas tecnologías. En este primer número llama más la atención el dibujo de Marcos Martín, limpio, elegante, y muy colorido, con una narrativa depurada y atractiva.
Este primer capítulo sirve de introducción al mundo en que se desarrolla la historia y consigue que nos preguntemos qué va a suceder a continuación. Esperemos que esta iniciativa goce de buena acogida y que podamos seguir leyendo The Private Eye. Sin más, os invito a pasaros por su web.
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