Una de esas películas, que sin saber la razón, te mantienen con el mayor intereses posible en lo que está pasando en pantalla. Y eso que la trama principal podría resultar tediosa y aburrida. Por suerte, Frears sabe como mantener el ritmo, y hacernos partícipes en los pensamientos y formas de actuar de los personajes. Con todo esto, ya tendríamos una gran obra, pero si le añadimos el gran trabajo del reparto, con una Helen Mirren en uno de esos papeles superlativos, logrando que se haga incapaz distinguir el original de la copia, se consigue un film redondo.
Mi Puntuación: 8.7