The Rain: La tormenta imperfecta
[ ATENCIÓN: SPOILERS]
El 4 de mayo de 2018 se estrenaba en Netflix la serie de producción propia llamada: The Rain. Ésta, nos sumerge en un mundo apocalíptico, en el que el enemigo principal de la humanidad es algo que está en la lluvia, y cuando estás expuesto a ella, acaba contigo.La propuesta danesa para una serie en la plataforma de pago ha caído en saco roto. Una muy buena idea, con bastante potencial a priori, ha resultado ser un fracaso mayúsculo para el público en general.
Son muchas las veces que se ha ejecutado una idea similar a lo largo de los años en el cine, e incluso en televisión como: Jericho o esa cutre serie española titulada El Barco. Lo que ocurre en esta ocasión, es que no se sostiene prácticamente nada en un guión muy pobre e inestable. Los personajes no acaban de definirse con claridad y es prácticamente imposible empatizar con casi ninguno y, además, se consigue convertir en un thriller soporífero en el que la tensión brilla por su ausencia.
Todo comienza a toda hostia, para que no te de tiempo a asimilar lo que está ocurriendo y te genere la incertidumbre del momento de caos, como si te sumergieras en la historia y fueras parte de ella. Simone y Rasmus son los hijos de un científico que se dedica a unas prácticas secretas asociadas a la bioquímica. Todo tiene un color bastante saturado en su origen, y podemos observar un instituto en el que los alumnos se disponen a hacer una especie de examen conjunto, Simone hace aparición con unos folios, ya que debe ser la única que ha currado en ello. De pronto, su padre hace aparición corriendo y con cara de susto, la agarra del brazo y dice algo así como: "debemos irnos, viene la lluvia". En la siguiente escena vemos como va toda la familia en el coche a toda leche por la autopista y, después de provocar un accidente, deciden continuar a pie hasta llegar a un bunker preparado para este tipo de casos. De pronto todo deja de tener sentido y empieza el festival de incongruencias y absurdeces. El padre se despide de la familia, se pone un traje de esos amarillos contra ataques biológicos y suelta una chulería del tipo: "soy el único que puede salvar al mundo". De pronto, abre el búnker y desaparece bajo la lluvia. Al rato llaman a la puerta, y pese a las órdenes de la madre que allí anda con sus hijos y preparando un chocolate caliente (con agua, por cierto), los niños pensando que es su padre acuden a abrir la puerta. Obviamente el señor no se había dejado la cartera y había regresado al instante, iba a buscar una maldita cura, joder. El caso es que ellos abren y hay un infectado que conducía la furgoneta del pescado en el accidente de la autopista y lo había seguido. Intenta coger a Rasmus, (no sé por qué, ya que estaba pidiendo ayuda), y la madre sale en plancha a hacerle un placaje, por supuesto, está lloviendo y la cosa chunga de la lluvia se lleva a los dos por delante. Los niños vuelven dentro con el trauma de que su madre ha muerto por su culpa, pero les dura poco, al rato están cantando y bailando por el búnker como si nada.
Un salto en el tiempo, y han pasado seis largos años encerrados allí, la comida escasea, y Rasmus tiene el picorcito de salir al mundo exterior. Ah, también está fuerte, porque hace gimnasia. Simone se ha cortado el pelo para parecer un poco mayor. La noche después de la discursión de: "yo quiero salir/yo no quiero", casualmente hay un fallo en la ventilación y, mientras están dormidos, se quedan sin oxígeno. Ella está medio desmayada y él, no sabemos por qué, no. Coge a su hermana y salen de aquél lugar. Pero, oh, qué cosas tiene el destino, aparecen unos tipos con máscaras y armados. Parecen que los van a matar, pero luego se hacen amigos.
No voy a contar mucho más del argumento, pero os he hecho ganar como hora y media de vuestras vidas.
Lo que viene después de esta extensa presentación comienza el festival de tópicos que todas las novelas, películas y series de survival poseen, la historia de los personajes y cómo se adaptan al nuevo mundo, o del no mundo, qué sé yo. Si bien la penosa serie The Walking Dead ya nos mostró cómo no se debe hacer una serie de zombies (sé que muchos me queréis matar después de esto), The Rain comete los mismo errores y los multiplica por mil, ya que lejos de arriesgar y hacer un producto valiente y quizá crudo, que es como opino que deberían ser todos los thrillers apocalípticos, se conforman con una versión teen y descafeinada.
Cuando allá por la mitad tiene pinta de mejorar -ligeramente-, nos encontramos con una mansión, la típica que da mal rollo, pero como viene la lluvia, no les queda más remedio que refugiarse allí. Aquel lugar está habitado por una gente con monos azules y un poco extraña. Nuestros amigos son invitados a entrar y les ofrecen todo tipo de comodidades: comida, aseo, ropa nueva y una habitación donde dormir. Todos están encantados de la vida menos Martin, que está bastante inquieto con ese lugar, como normal por otra parte, porque más que un sitio apacible como una casa en la Toscana, parece más bien el Cluedo. Todos los personajes parecen guardar un horrible secreto. Joder, es que ni imaginación nos dejáis desde un comienzo, y vuelve a salir el manido truco de la sociedad de gente en apocalipsis que oculta algo. En el momento en el que Martin decide largarse y el resto no, él vuelve mientras celebran el festejo mensual, que caualmente pilla a todos allí, como si vas al pueblo de tu colega y acabara de llegar la verbena. En la cocina cazan a nuestro amigo echándole de mala manera diciendo que no puede estar allí, y de fondo observamos aparatos de carnicería. Venga, no me digáis que no canta que allí se preparan humanitos. Pues sí, vuelve un poco más tarde, cuando no hay ya nadie y descubre en el frigorífico un torso descuartizado y, obviamente, los restos han sido servidos a nuestros amigos, que al enterarse echan un poco la pota, pero poco más, ni trauma ni hostias, aunque se hayan comido al amable jardinero, (por ejemplo).Es todo muy raro y seleccionan a la próxima víctima, porque así funcionan ellos, se comen a la banda una vez al mes, no sabemos por qué, pero eso les va. Como no les gusta, es tan sencillo como decirles que quieren largarse. Sin más problemas, cogen la puerta y se largan.
En el tramo final, Rasmus está enamorado de Beatrice y viceversa, al igual que Simone y Martin. Beatrice muere porque se moja la cara antes de echarle un polvo a Rasmus, y éste se queda tocado del ala. Quiere morir, pero luego ya no. Llegan a los laboratorios centrales, (debe ser), y encuentran a su padre, que llevaba allí seis años de risas pasando de los hijos. Luego la explicación que da es que Rasmus, que es inmune, puede ser la clave para desarrollar una vacuna contra "la bicha" de la lluvia. Pero como lo tiene en una parte delicada, tendrían que matarlo para poder conseguir dicha cura. Yo no soy médico, pero, ¿para tomar una muestra hay que sacarle del cerebro hasta el final de la médula espinal? No importa, y la verdad es que me da igual. Luego todos escapan y tal. Con música animada escapan en un Jeep hacia la libertad o yo qué sé. El chaval es contagioso, ya que se ha inoculado el virus y no deberían estar cerca de él, por mucha mascarilla que lleve éste. A mí no me daría buen rollo, y no me gustaría que hiciera los macarrones que voy a comerme, porque podría morir, y eso no es buen plan.
Las rebajas han llegado a Copenhague
Entre todo lo que he comentado,hay cosas que no he acabado de entender. hay una parte, en la que Simone es arrojada a la lluvia por Patrick durante un ataque de celos, lejos de morir, no ocurre nada, y salen Lea y Martin con ella para bailar bajo el agua. Tampoco les pasa nada. ¿Ya no mata la lluvia o cómo va esto? Igual es que pegué una cabezada y me perdí algo. Debe ser eso. Otra cosa que tampoco entiendo, es que si llueve, y luego salen al exterior, al comienzo son muy meticulosos con que el calzado no cale dentro y todo eso, a medida que avanza la serie, parece que no tiene relevancia, y que pueden tocar el agua del suelo y no ocurre absolutamente nada. Parece como que de pronto la dejadez se adueñara de ellos y les vale todo. Ah, casi lo olvido, también están: Lea y Jean, pero no me importa una mierda sus personajes tampoco, así pues, he decidido olvidarme de ellos.En definitiva, es una serie más cercana al telefilm del sábado por la tarde en Antena 3, el que te pones para dormir la siesta cuando no está el Tour de Francia en verano.
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