Revista Cine
Director: Antoine Fuqua
El nombre del director quizás les suene: "Training day", una más o menos reciente sobre la destrucción de la Casa Blanca -creo-, la aún más reciente "The Equalizer", llevan la firma de este sujeto. Yo sólo he visto la primera mencionada, pero no es la única, además de la que ahora les comento: también arrendé una vez el dvd de "King Arthur" y fui al cine con unos amigos a ver "Brooklyn's finest". Las que vi me gustaron, eso sí, aunque ya han pasado sus buenos siete y diez años desde entonces, por lo que mis impresiones pueden variar si es que decido verlas nuevamente. En conclusión, mi relación con Fuqua sigue siendo cordial... algo es algo. De todas formas sigo siendo presa de mis impulsos: la opera prima de un director impersonal pero, dependiendo del caso, eficiente, que además parece tener todo el sabor del thriller hongkonés, se asomaba francamente interesante, o a lo menos respetuosamente entretenida. Tiene de uno y de lo otro, no lo negaré.
John Lee es un asesino a sueldo reconocido por su fría efectividad. Terence Wei es el jefe criminal de las Triadas en Los Angeles. John Lee trabaja para Terence Wei, a Terence Wei le matan al hijo, Terence Wei quiere venganza, Terence Wei contrata a John Lee para llevar a cabo esa venganza. El problema es que la venganza se sale un poco de las normas, y todo lo demás es tiroteo y vidrios rotos.
Sabor a thriller hongkonés, lo único que realmente llamaba mi atención. Vamos, y no lo digo solamente porque hayan tiroteos a destajo, realizados en cámara lenta o intransigente frenetismo, porque esté ambientado en el barrio chino de la ciudad, porque las Triadas estén involucradas de manera protagónica, o porque el personaje principal esté interpretado por Chow Yun-fat, actor conocido por sus trabajos para John Woo, que además ejerce de productor y coreógrafo de las escenas de acción. Oh, maldición, si todo lo anterior no es una cinta con sabor a thriller hongkonés entonces no sé qué puede serlo. Al menos la premisa es una buena manera para enganchar al público asistente y atraer potenciales espectadores: una de acción hongkonesa made in USA, porque podemos hacer de todo. Un buen eslogan sería ese, ¿no? Lo cierto es que por más que toda la perorata del párrafo pueda sonar a sarcasmo, "The Replacement Killers" no es una mala copia de las películas de John Woo ni termina siendo una basura americana, aunque tampoco es una genialidad que reivente el género. Es, en términos artísticos -para el standar hollywoodense o de grandes estudios, claro-, una cinta que se queda en la gris medianía ubicada entre lo peor de lo peor, lo que merece ser olvidado y desechado sin remordimientos, y lo mejor de lo mejor, aquello que siempre es premiado por los Oscar o, en términos menores, esa asquerosidad que son los globillos de oro. Y sí, tiene sabor a thriller hongkonés. En otras palabras, no van a disfrutar como cerdos en el lodo de esta película ni caer en éxtasis por la estética desplegada, pero tampoco se van a sentir estafados ni indignados, pues la película cumple lo que promete: una historia de venganzas y deudas que se cumplen a tiroteo limpio y desvergonzado. Se pasa decentemente e incluso uno puede pasarlo realmente bien -y hay un par de momentos en que nos intentan poner tristes, pero no caeré en esas trampas facilonas que por suerte no abundan ni empalagan-, pero una vez consumado el final, uno no puede hacer otra cosa más que guardarla por ahí y, sin olvidarla como a réprobo, simplemente pensar en otra cosa más desafiante que una trama articulada en base a tiroteos -bien hechos, no lo niego-... no se extrañen que hayan pocos diálogos pora acá (¿desde cuándo ayudan al tener tu cabeza precio?).
Pero tampoco se alarmen demasiado, pues si en general es cierto que "The Replacement Killers" no es realmente desafiante, sí cumple cabalmente con los cánones del género al que pertenece sin ser un autómata -lo digo por el director-. No es que ensalce la labor de Fuqua, pero en su debut al menos el sujeto no se deja pasar a llevar como el resto de novatos que dan el primer salto a ciegas con grandes producciones. La estética es apropiada -sin ser deslumbrante; uno tampoco muerde fácilmente el anzuelo del néon y las luces fluorescentes-, la banda sonora también genera lo suyo, los tiroteos están geniales y el resultado general es satisfactorio. Lo único reprochable es cierta correción política -pudo haber sido algo mucho más oscuro si se hubiera atrevido, y me atrevo a decir que mejor- y lo previsible que se torna el relato. El pro es que la carga dramática-conmovedora-emocional no es, como señalé previamente, excesiva; y los estractos que presentan dicha carga tampoco tienen una edulcoración sofocante. Está bien, esta "The Replacement Killers". A por el remate...
A fin de cuentas, tampoco se pudo haber pedido más de "The Replacement Killers" tomando en cuenta que es una americanada con aires de thriller hongkonés -¿cuántas veces ya he escrito lo mismo en esta entrada?- amparada por estudios con billeteras abultadas y explosivas. Es un espectáculo palomitero, pero de los decentes y disfrutables, hechos con la solidez que la maquinaria puede garantizar en sus buenos productos. Me imagino que si otro director, y sin ir más lejos, otra producción hubieran estado a cargo, el resultado final habría sido muchísimo más memorable de lo que realmente es, no por la sustancia sino por el argumento arquetípico que presenta; alguien más audaz habría jugado con giros y vueltas de tuerca, que por lo demás habrían nacido de una cosmovisión un poco menos plana. Pero todo esto son supuestos y especulaciones, y para qué sufrir por lo que no existe; la verdad es que no me puedo quejar, pues aunque "The Replacement Killers" no es una gran película ni se queda grabada en la mente, sí entretiene con sus tiroteos cada cinco minutos. Fuqua salió indemne con su opera prima, aunque luego la maquinaria se lo comió: "Bait", su segundo largo, fue un fracaso. Pero luego se recompuso con "Training day"... y me parece que con "King Arthur" volvió a hundirse un poco. Altos y bajos, qué más se puede esperar en las carreras de directores como Fuqua, que no son lo que hacen, sino lo que el público hace de ellos. Yo espero efectividad en sus planteamientos, y con la cinta de hoy eso se logra, así que ustedes decidirán si la ven o no...