Del ingenio de Alejandro González Iñárritu llega la cinta The Revenant, una odisea donde la crueldad del ser humano converge con la belleza de la naturaleza para brindarnos una obra de aproximadamente dos horas y media de duración, la cual nos lleva a experimentar sensaciones de alta intensidad gracias a la calidad de su producción.
Este filme lleno de hermosos paisajes, grandiosas escenas e indescifrables efectos, nos traslada a un tiempo, no tan lejano como puede llegar a parecer, y nos hace reflexionar sobre el comportamiento de nuestra propia especie. Teniendo como tema principal a la venganza, la historia plasmada en El Renacido logra sumergir al espectador en un ambiente totalmente hostil, lleno de percances, el cual puede llegar a lucir como el mismísimo infierno congelado.
Basada en la novela del mismo nombre, escrita por Michael Punke (quien a su vez se basó en la historia real de Hugh Glass), esta película nos presenta un brutal viaje por los bosques del Medio Oeste norteamericano, adentrándonos en la expedición de un grupo de cazadores que se encuentra recolectando pieles de animales con el objetivo de comercializarlas. Entre los hombres que conforman la expedición encontramos al capitán Andrew Henry (Domhnall Gleeson), al malhumorado John Fitzgerald (Tom Hardy), al poco experimentado Jim Bridger (Will Poulter) y al amante de los nativos americanos Hugh Glass (Leonardo DiCaprio), quien viaja acompañado de su hijo Hawk (Forrest Goodluck).
Estando cerca de las orillas del río Misuri, el grupo es atacado por una tribu de nativos, quienes los despojan de gran parte de su cargamento y matan a la mayoría de los hombres. Al verse severamente diezmados, toman la decisión de regresar a su campamento con las pocas pieles que pudieron rescatar, y viajan por el río a bordo de botes; sin embargo, Glass sugiere continuar la expedición a pie, ya que si permanecían en el río podían ser vistos fácilmente por los indios Ree y ser atacados nuevamente.
Su intento de llegar al campamento se complica gravemente cuando Glass, quien fungía como guía, es atacado por un oso grizzly dejándolo al borde de la muerte. Por órdenes del capitán Henry, el resto de los cazadores debían cargar a Glass en una camilla por el resto de la ruta, esto produce un grave retraso en los tiempos y cansancio en la cuadrilla, quienes empiezan a ver a Glass como un estorbo.
Al verse superado por la adversidad, Henry finalmente decide dar la orden de dejar de cargar a Glass y ofrece una recompensa para quien decida quedarse con él hasta su último aliento. Hawk, Fitzgerald y Bridger se ofrecen como voluntarios para cumplir dicha función, tanto Hawk como Bridger renuncian a la recompensa, mientras que Fitzgerald se queda motivado por recibir la paga de los tres.
Una cosa lleva a la otra y para no arruinarles toda la película, sólo diré que Glass es finalmente abandonado a su suerte, sin municiones, comida, ni el resto de sus posesiones, y milagrosamente logra sobrevivir para así iniciar su marcha en busca de venganza.
Lo cierto es que desde el principio de la película fui enganchado totalmente, no hubo momento donde perdiera el interés, y a pesar de querer ir al baño decidí no salir de la sala porque realmente me interesaba ver lo que iba a pasar. Con esto no quiero decir que la historia sea devastadoramente buena, por supuesto que existen mejores historias, y muchos mejores guiones, pero el espectáculo visual que nos brinda esta cinta es algo que pocas veces se ha visto en la historia del cine.
Basta con ver la primera toma de la película (la cual se hace sobre un riachuelo) para poder percatarnos de la calidad y dedicación con la que este filme fue hecho. Los planos secuencia fueron llevados de manera excepcional y esto aunado al seguimiento de elementos en movimiento, al trabajo con luz completamente natural, las tomas nocturnas y los planos aéreos, hacen de esta película una verdadera magna obra cinematográfica, desde un punto de vista muy personal.
Un factor que quisiera realmente destacar son las actuaciones, todos los actores involucrados en esta película logran desempeñar su papel de manera adecuada, incluso Will Poulter de quien no tenía muchas expectativas. Generalmente para que las actuaciones sean buenas, deben de ir de la mano de personajes con perfiles bien elaborados; si bien en esta cinta se sacrificó mucho la narrativa para resaltar lo visual, los personajes cuentan con un trasfondo apropiado.
El rol de Leonardo DiCaprio como Hugh Glass ya lo ha hecho merecedor de varios premios, el eterno debate de si recibirá o no el Oscar ya suena bastante trillado, así que trataré de no adentrarme mucho en ello, solamente diré que Leo ya debería tener un Oscar en sus vitrinas y si lo recibe en esta ocasión lo veré más como un reconocimiento por su trayectoria. No quiero decir que el trabajo de DiCaprio haya sido malo, al contrario, logró transmitir muchísimas emociones con tan sólo gruñir y gritar, sólo creo que el Oscar debió llegar antes por otras de sus actuaciones.
Por otro lado tenemos a Tom Hardy, quien en esta cinta se encargó de personificar a un ser detestable que va en busca siempre del interés propio. Con un acento bastante difícil de entender, Hardy logró acaparar mi gusto, incluso superando la actuación de DiCaprio en muchas ocasiones, claro esta es sólo mi opinión, quizás sentí a un Hardy más comprometido con su papel.
Lejos de hacer una crítica cobijándome con la bandera del patrioterismo, creo que González Iñárritu ha logrado alcanzar su madurez en el mundo del cine, sigo considerando que gran parte de su trabajo es muy pretencioso y muchas tomas en esta cinta así lo demuestran, pero conforme avanza el tiempo sus proyectos han ido evolucionando y ha logrado encontrar ese punto medio donde su pretensión e ingenio por fin congenian y entregan cintas de alta calidad.
También quiero hacer un reconocimiento al gran trabajo realizado por Emmanuel Lubezki, quien una vez más demostró su enorme talento detrás de las cámaras. Con una fotografía impecable, Lubezki se hizo merecedor de una octava nominación al Oscar en la categoría de mejor cinematografía, y gracias a ello se le presenta la oportunidad de ganar tres Oscares de manera consecutiva.
The Revenant es una película que generó bastantes expectativas en mí y con alegría puedo decir que logró satisfacerlas con creces. Sobra decir que recomiendo ver esta película, si tienen oportunidad de verla en una sala de cine por favor háganlo, es una experiencia que no pueden perderse. Lo único que les tengo que advertir es, si tienen poca resistencia para ver filmes largos, traten de ir a verla descansados o esperen a verla en la comodidad de su casa, sería una lástima que no pudieran apreciarla por factores extra.