Revista Cine
Director: Guillermo Amoedo
Nicolás López y su infame pandilla hace años que están intentando crear algo así como un Chilewood, definición que les dejo a ustedes, y que parece tener su primer paso en "Aftershock" (del mismo López), que ya presentaba las características de esta movida publicitaria (me niego a llamarlo movimiento cinematográfico, como recuerdo haberlo leído de López o uno de sus secuaces), es decir, estar hablada en inglés y tener como productor a Eli Roth, a estas alturas mejor amigo de mi compatriota (que feo suena eso). Sabemos que López es un puto idiota que no tiene idea de cine, que sus películas son malas y que este Chilewood no es más que otra forma de hacer el ridículo, sólo que a nivel internacional. "The Stranger", opera prima del uruguayo Guillermo Amoedo, es un quiero y no puedo que deja a los responsables como sujetos carentes de personalidad y creatividad, y que no saben hacer bien su trabajo. Y no sólo es mala, sino que es soporífera a más no poder. Estamos mal.
Un extraño llega a un remoto pueblo del sur de Chile (aunque hablan inglés y no es realmente Chile) para hacer... digamos... no tengo idea. La cosa es que llega y las cosas comienzan a salir mal para todo el pueblo, que básicamente consiste en la decena de personajes que se pasean frente a la cámara (nunca había visto un pueblo tan abandonado y que, sin embargo, parece contar con servicios de primera línea).
El guión hace aguas porque no sabe decidirse sobre qué demonios contar. Una vez que este extraño pone un pie en el pueblo, ¿qué es lo que realmente importa: el motivo detrás, ese gran y doloroso secreto con tintes trágicos y malditos, o los problemas que comienza a causar? ¿Cuál de ambas posibilidades es realmente el motor narrativo que intente sostener el correr del metraje? Porque al extraño este lo golpean un grupo de maleantes, uno de los cuales es hijo del teniente de policía de la zona, que comienza a perseguir a un niño graffitero que entabla una improbable amistad con el extraño, con el cual, qué sorpresa, comparte un pasado que ni se imaginan. Entonces todos se persiguen entre sí, se golpean, se dicen cosas feas e hirientes, recuerdan cosas importantes y oportunas para los sucesos que enfrentan, y se van a la mierda al final de todo. Un guión desaprovechado de manera escandalosa. Mientras que el enfrentamiento entre el policía malo y su hijo malo (son muy, muy malos. Son tan malos que uno se sorprende de tanta maldad nunca antes vista) y el extraño y su joven amigo se estanca, se torna repetitivo y su dirección narrativa se diluye en una nebulosa maraña de sinsentidos, el motivo detrás de la visita se deja caer con débiles y muy mal planteados flashbacks que se supone nos deben revelar progresivamente una gran verdad (una verdad que debería marcar un antes y un después), sólo que al primero ya sabemos de qué va todo y cuando nos muestran la verdad de manera formal, uno queda impasible ante algo ya sabido que, además, no aporta nada nuevo al relato que "de verdad importa": el de los policías y los indefensos, tan repetitivo y cansino como en el inicio o el desarrollo o el bochornoso clímax que nos conduce a un sensiblero y superficial final. Lo peor es que al relato se le intenta impregnar cierto aura trágico y maldito que nunca termina de cuajar pues, era que no, los personajes no tienen construcción narrativa ni tampoco están bien interpretados, aunque se les reconoce el esfuerzo a los actores (deberían, si se están abriendo a un mercado más grande), sin mencionar que la trágica maldición es una simple putada exagerada por moralistas de tres al cuarto (imposible empatizar con el sufrir de estos pobres diablos). Así, "The Stranger" es una película que ya hemos visto mil veces, que carece de fuerza visual (amén de un director sin personalidad que intenta imitar los gestos de aquellos que han logrado mejores resultados), que por lo mismo carece de ritmo y tempo, y que por todo esto es desde el inicio mismo el sopor hecho película. Estos chilewoodenses no saben hacer terror, tampoco saben hacer comedia... no saben hacer cine, a fin de cuentas; por el contrario, sólo les importa demostrar que tienen dinero y medios. Ok, mañana puede que me contradiga un poco, pero ya verán que no, pues hay buenos argumentos que me respaldan. O no... Para eso están el debate, espero... El punto es que no confíen en López ni los suyos a menos que yo se los diga, y creo que lo de mañana será la gran excepción. Hasta entonces...