Cinco años son demasiados años. Ese ha sido el tiempo que ha necesitado The Strokes para sacar su cuarto disco de estudio. Después de First Impressions of Earth, los integrantes de los Strokes decidieron darse un tiempo y embarcarse en otros proyectos musicales; Julian Casablancas, Albert Hammond Jr., Little Joy o Nickel Eye han sido las puertas de escape que, sin pena ni gloria, han utilizado los neoyorquinos para seguir creciendo en sus carreras en solitario.
Todos esos bandazos han tenido más repercusión de lo que se esperaba en Angles, especialmente lo que plasmó Julian en Prhazes For The Young. Este álbum sigue siendo “made in Strokes” con esos hits juveniles bailables y esas guitarras crudas pero en esta ocasión, el disco parece estar partido en dos: una parte hecha por Julian Casablancas y otra por todos.
Demasiadas expectativas y demasiado tiempo para hacer un disco así. Pero lo peor es que muchos nos lo imaginábamos a pesar de lo que decía su cantante en alguna entrevista: estamos tardando tanto porque queremos hacer un disco mejor que Is This It. Eso, Julian, nunca va a suceder y lo sabes.
“Life is simple in the moonlight…”