Revista Cultura y Ocio
Hay discos que son una referencia absoluta, otros que son consideradas obras cumbre, otros que llegan en el momento justo e impactan y otros que son lo mejor que ha hecho un grupo y a veces coincide con que es su primer trabajo. Este es el caso del primer álbum de The Strokes, Is this it, la banda neoyorkina capitaneada al cante por el tipo de ascendencia hispano-danesa Julián Casablancas, con Albert Hammond Jr. a la guitarra solista, Nick Valensi a la otra guitarra, Nikolai Fraiture al bajo y Fabrizio Moretti a la batería. Se trata de amigos de la infancia que decidieron meterse a esto de la música. Su propuesta era, en el momento en que sucedió, hablamos de 2001, rompedora, novedosa y fresca, un garage rock melódico, que sin embargo no volverían a igualar ni de lejos en sus siguientes trabajos, que han ido lentamente a peor. Pero también hablamos no sólo de música, sino de estética, ya que crearon un estilo de gestos, poses, temáticas en sus canciones, portadas de discos llamativas como ésta y en definitiva una expectación generada, como pocas veces había ocurrido en los últimos años, ávidos como estamos de que salgan grandes grupos, que vayan poco a poco tomando el relevo a los clásicos.Como anécdota el disco fue grabado en un estudio en un sótano, y a pesar de tener una producción sobria y poco llamativa, el disco suena crudo y a la vez clásico.Lo que a día de hoy es innegable, es la colección de himnos absolutos que contiene este trabajo y que desde luego influyó a mucha cantidad de grupos.
Is this it comienza el disco, un tema que es extremadamente sencillo donde Julián entra con voz inocente y calmado, algo incluso atontado, acompañado por batería y ligera guitarra, entonando una estrofa que va creciendo hasta que desemboca en el estribillo, dentro de esa pagadiza melodía. The Modern Age es más rockera y alegre, con la voz algo sincopada a posta, incluso pegando un par de gritos, de ritmo marchoso y con cambios intensos, donde destaca la sección rítmica, y bravo para el sólo de guitarra de Valensi hacia la mitad. Soma sigue la senda sin desentonar, tema rápido pero leve, con un estribillo que da mucho juego con esa guitarra sutil y constante, con un increscendo final notable. Barely Legal vuelve más al rock, mucho guitarreo y donde la percusión es rápida y cañera, mientras la melodía es energética. Someday es uno de mis temas favoritos del disco, de aire verniego y festivo y esa letra melancólica, la parada en medio donde destaca el bajo, además me sigue poniendo la piel de gallina sobre todo hacia el final.
Alone, together es sobria y oscura, pero tiene un riff de guitarra de flipar, con un puente rápido y cañero, que rompe la temática inicial de la canción, y ligeros toques rockabillys que redondean el tema, alto copete sin duda, exquisita con el bajo dibujando líneas escandalosas. Last Night tiene una cosa gloriosa y otra no tanto, por un lado fue su gran hit y es un enorme temarraco, pero el inicio (como ya dije aquí en su día) es clavado a American Girl de Tom Petty & The Heartbreakers. Después asistimos a su propia creación, donde las guitarras se van uniendo hasta explotar juntas en medio de una melodía alegre, y donde Casablancas es el absoluto protagonista del tema. Hard to explain tiene aire melancólico aunque su ritmo es sin duda marchoso, pero aquí la diferencia es que la batería es una electrónica que es constante, a lo que se añade el riff de guitarra original. New York City Cops es sin duda el tema más rockero y trangresor del disco, con un riff de guitarra vertiginoso, y un solo brutal de guitarra, mientras Julián está excelso y te mantiene dentro de la canción. Trying your luck podría ser considerada la balada del disco, tema sin muchas pretensiones pero que a mi me encanta, ya que en su sencillez radica su grandeza y donde las guitarras están brutales junto al bajo descomunal, añadido a los gritos de Julián que canta de vicio de nuevo. Take or leave it cierra el álbum a todo trapo, tema rápido que se acelera en el estribillo de manera brutal con Casablancas desatado, mientras las guitarras y el bajo están a tope.
Hacía falta a principio de siglo un disco como este que diera esperanza al rock, es un trabajo excelso, solo con canciones grandes es esto posible, y aquí las hay a patadas, de hecho no sobra ninguna, gloria por los cuatro costados, de esas veces que unos tipos se juntan y hacen algo para recordar y escuchar muchas veces.Os dejo con el vídeo de mi tema favorito, Someday.