Penn, Pitt y J. Chastain crecen junto a El árbol de la vida (2011)
Empezar por el principio, desde la quintaesencia inicial al comienzo del estado original, es perderse en una serie de detalles que podrían explicar el porqué a preguntas sobre una cuestión irremediablemente larga. Terrence Malick (1943-) toma como respuesta la vertiente religiosa para explicar los recuerdos juveniles de Jack (Sean Penn), desde el primer instante precursor del universo, Bing Bang y posterior vida en la Tierra -como en el cielo- al reencuentro epifánico con su estricto padre - creador, Mr. O' Brien / Dios (Brad Pitt), todo ello, a través del monólogo interior de un subestimado niño reconvertido a arquitecto, precedido éste último por su obra: la grandiosidad de los rascacielos neoyorkinos como horizonte de los vastos paisajes naturales que, como ese primer árbol desencadenante de la trama, pueblan su memoria de altos y bajos. Así se perfila un espacio más cercano al viaje psicodélico de 2001, igualmente acompañado por piezas clásicas -en este caso las de Schubert-, que a un ejercicio igualmente retórico pero nada evolucionista, que peca en ocasiones de la alevosía de un demiurgo pretencioso y poderosamente americano. La vuelta al paraíso en ese barrio de Texas será la génesis determinante para trasplantar el pasado al presente y continuar caminando hacia al futuro, al lado de unos fantasmas que acabarán reconciliándose en pos de pasar página a la última parte de este cuento de hadas y dinosaurios premiado en la pasada edición de Cannes como mejor película, lo más cercano al Apocalipsis para muchos.¡Bienvenidos de nuevo!loveit jessica chastain in cannes 2011