Creador: Rod Serling
Día sábado, lo de siempre. Hablemos de otros cuatro episodios de la primera temporada de la primera "The Twilight Zone". Esta entrada es la menos entusiasta y satisfactoria de todas, y no sé si es debido al desgano de fin de semana, al hecho de que ya no tengo el ánimo del neófito que recién descubre algo, a la posibilidad de que los mejores episodios se encuentran al inicio de la temporada y que luego éstos acusan la poca frescura de ideas o si simplemente en esta quinta parte tocaron ver los episodios menos logrados hasta el momento. Como sea, intentaré ser breve.
The Fever
Director: Robert Florey
Honestamente, este episodio es una completa ridiculez y estupidez.Es pura moralina barata, una historia previsible, un episodio olvidable y muy pero que muy prescindible.La fiebre a la que alude el título es la fiebre de la adicción, del comportamiento compulsivo provocado por estímulos externos tales como la gula materialista y todas esas cosas. El asunto va de una pareja de ancianos que ganan una estadía de un par de días, con todos los gastos pagados, en uno de los tantos hoteles-casinos que hay en Las Vegas. La señora está feliz, pues todo luce tan atractivo y emocionante. El señor se ve amargado e incómodo, pues según él, Las Vegas es un antro de perdición y amoralidad, especialmente los juegos de azar. Por un azar de la vida, el señor amargado que pontifica a lo loco gana un par de dólares en una de estas máquinas tragamonedas y pierde la cordura. De ahí en adelante, todo es una espiral decadente para él: siente que la máquina lo llama, lo hipnotiza, lo atrapa en esta vorágine compulsiva. El pobre poco a poco lo perderá todo. ¿El mensaje? Que el juego es malo, que usualmente los más rígidos son los primeros en caer, que hay que hacer las cosas con responsabilidad (ya que todo exceso es malo, incluso el de la virtud, como dicen los sabios), etc. Yo apostaría a que la moraleja apunta al mal que causan los casinos en los honestos ciudadanos estadounidenses, tan intachables pero tan corruptibles.Como dije: simplón, plano y predecible.Como curiosidad final: ¿por qué los gringos piensan que la señal inequívoca de que alguien está en franca decadencia es dejarse la barba? Me parece increíble que en sólo unas cuantas horas de juego incontrolable, al débil e inconsecuente viejo le haya crecido una barba de tres días. ¿Mientras más inmoral más barbón?
The Last Flight
Director: William Claxton
"Andai más perdido que el teniente Bello" es un dicho dirigido a personas distraídas, que no cachan una, directamente tontas, cosas por el estilo. El teniente Bello es uno de tantos pilotos que se han perdido inexplicablemente, sin que después no hayan sido encontrados indicios ni de sus cuerpos ni de los aviones. Digo, el teniente Bello no puede haber sido el único que se haya perdido en una espesa neblina o a lo lejos, en el horizonte, ¿no? Por alguna razón mi mente me dice que he leído historias similares. En cualquier caso, "The Last Flight" trata sobre un aviador británico que, mientras vuelve a su base en plena Primera Guerra Mundial, es atrapado por una nube y luego aparece en una base estadounidense, el año 1959. Un viaje en el tiempo. Y no les digo ningún spoiler, pues ésa es la premisa del episodio, el contexto que nos narra Rod Serling al inicio del relato. En un principio este viaje en el tiempo parecía ser la excusa para construir una suerte de intriga, dado que los oficiales gringos no le creían al inglés, que no podría convencer a los escépticos por más que lo intentara. La situación se vuelve más interesante cuando el perdido aviador, que para más remate es un teniente, menciona el nombre de su superior, quien resulta que ¡visitará la base ese mismo día, dentro de unos pocos minutos!, aunque el aviador dice que su superior... ¡está muerto! ¿Entonces tenemos un caso de usurpación, un caso a resolver al más puro estilo Sherlock Holmes? ¿Un relato de suspenso? Nada de eso, damas y caballeros: al final resulta que la inminente visita del superior es la excusa para inventarse una de estas paradojas temporales en donde el pasado ocurrió de una forma pero luego el futuro avanza como si en ese pasado hubiese ocurrido otra cosa, y eso es porque aquel que en el pasado no hizo las cosas como debían hacerse llega al futuro y se da cuenta de cómo debía hacer las cosas, así que decide volver y hacer las cosas como debía y así todo vuelve a la normalidad. ¿Enredado? Qué importa, total, como nos dice el narrador al final, en el cielo, según Shakespeare, ocurren misteriosas cosas que van más allá de nuestra imaginación.
The Purple Testament
Director: Richard L. Bare
Este episodio también se inspira en unas citas de Shakespeare. "The Purple Testament" es un episodio anti-bélico insustancial e intrascendente. Habla de la insensatez de la guerra, de la crueldad de la guerra, de lo absurdo de la guerra, de cómo la guerra transforma nuestras vidas en bromas, cómo las zarandea por puro capricho, jugando con nuestros sueños y nuestros destinos. Ambientada en la Segunda Guerra Mundial, específicamente en Filipinas, "The Purple Testament" trata sobre un teniente que de repente se siente mal porque puede ver una luz en los rostros de los demás: una luz que anuncia la muerte del iluminado. Le crean o lo traten de loco, el atormentado teniente ve luces en los rostros de los soldados, luego en el rostro de su superior, luego se mira al espejo...Mientras todos hacen planes, mientras todos piensan en qué le dirán a los padres o a la novia a la vuelta al hogar, el teniente ve luces en sus rostros, mira al cielo y piensa en el sinsentido de la vida, de la guerra, de todo...Lo entendemos, ¡fuerte y claro!
Elegy
Director: Douglas Heyes
Otro episodio poco emocionante y demasiado plano en su realización, en su escritura, en su fondo discursivo.
"Elegy" trata sobre un grupo de astronautas perdidos en el espacio exterior, ansiosos por encontrar algo que los lleve a su hogar (el planeta Tierra), que al final llegan a otro planeta, ubicado a un billón de kilómetros del nuestro, el cual, y ahora querrán sentarse porque si no tremenda caída de culo que se van a dar ante tamaña sorpresa, luce exactamente como la Tierra... aunque todo esté detenido, congelado. En este punto la cosa es interesante, y no sé si es más extraño el hecho de que este planeta ultra alejado del nuestro sea una replica exacta de la Tierra o el hecho de que nada se mueva, ni siquiera el tiempo. En un principio los astronautas exploran el lugar, buscando alguna explicación, visitando lugares llenos de personas inmóviles, como maniquíes. Aunque la puesta en escena de Heyes no sea muy inquietante que digamos, se puede conceder que la situación completa genera, por sí sola, algo de interés. Sin embargo todo depende del golpe final, del as bajo la manga, del giro definitivo, el cual... es de lo más decepcionante y, francamente, bastante tonto e inverosímil. Y qué decir del final, no tan predecible como el del primer episodio de esta entrada pero igual de poco inspirado y poco original, teniendo en cuenta la trama. La moraleja es que, mientras hayan seres humanos, ningún lugar podrá tener paz. ¿Forzado, rebuscado, repentino? Qué importa, así fue escrito.
A mí se me había ocurrido que (ojo, ahora hablaré con spoilers, para que no se pongan a llorar y a pedir por sus mamis), como este planeta era en realidad un cementerio de sueños, como un gran parque temático con sub-secciones en donde los difuntos pueden pasar el resto de sus no-días siendo lo que en vida no fueron (como un vaquero, un alcalde, etc.), estos tres sujetos eran personas que pagaron por cumplir sus sueños frustrados de ser astronautas y que, por alguna razón, se salieron de su sub-sección del parque y luego se perdieron durante tanto tiempo que sus mentes crearon esta realidad en donde ellos eran astronautas buscando desesperadamente el regreso al hogar. Pensé que esto les iba a decir el cuidador con el que se encuentran y que, tras la revelación, los devolvería a sus sueños. El cuidador sólo se deshizo de ellos. Qué emocionante.