The Vorrh. B. Caitling. 2012
The Vorrh es una novela de fantasía del autor británico Brian Caitling.
Es rara la ocasión que me encuentro con una novela como esta. Desde la intensa introducción hecha por Alan Moore, "Fácilmente, el primer punto prominente en la fantasía del siglo actual", hasta el contundente internamiento al bizarro mundo del Vorrh.
A principios del siglo XX se descubrió en el corazón de África a los bosquimanos (Bushmen en la novela) y fue como abrir un portal hacia la cuna de la humanidad. Es precisamente en el África negra donde se desarrolla la trama de la novela, unos años después de haber terminado la primera guerra mundial.
La obra empieza con una escena verdaderamente potente, un hombre desnudo descuartizando el cadáver de su esposa, para hacer con sus huesos y ligamentos un legendario arco. Descubrimos el nombre de este hombre mucho después, así como su motivo para realizar semejante acto.
En la obra también aparecen personajes históricos, Eadweard Muybridge, el inventor del Zoopraxiscope, un invento fotográfico que precede al cine. Así como el escritor Raymond Russell, conocido en la novela como The Frenchman, cuyo libro Impressions d'Afrique bien pudo ser la semilla para escribir The Vorrh.
Gran parte de la trama transcurre en la ficticia ciudad de Essenwald, un ciudad traída ladrillo a ladrillo desde Austria. La cual yace en la orilla de un enorme bosque conocido como The Vorrh. Es en esta ciudad donde se proyectan los destinos de los personajes.
Peter Williams es un joven británico que llega a África después de participar en la Primera Guerra Mundial, conoce en Essenwald a una joven chaman llamada Irrinipeste. Williams une su destino a esta mujer y se convierte en un satélite más del bosque.
El escritor francés Raymond Russell, llega a Essenwald con solo una idea en su cabeza, visitar el corazón de El Vorrh, un bosque mágico que enloquece a quien permanece mucho tiempo en él. Se consigue un guía y realiza un viaje inolvidable.
Tsungali es un bosquimán experto en la cacería de animales y de hombres, se le pide seguir el rastro de un peligroso arquero, quien se dirige al corazón de el Vorrh.
Gertrude Tulp es la joven heredera de la principal compañía maderera de Essenwald. Gertrude encuentra a un cíclope en el sótano de la casa vecina, la cual esta abandonada, este singular sujeto esta siendo custodiado por robots. Voy a dejar esta frase así y dejar que fluya lentamente a su inconsciente.
The Vorrh recuerda otro bosque encantado invocado por otro escritor inglés, me refiero al Bosque Mitago de Robert Holdstock. Excepto que el Vorrh se siente más atávico y primario.
No voy a negar que el lenguaje y la composición de la novela es difícil, sólo lo recomiendo a los lectores que se sienten muy confiados en su dominio de la lengua de Shakespeare. Caitling es principalmente un poeta, y se nota.
La obra esta llena de escenas inolvidables, la inversión de cazador a presa de Tsungali, inmiscuido en un combate tan bizarro como brutal. Un festival pagano en Essenwald que transforma toda la ciudad en un orgía generalizada. La perturbadora presencia de los Limboia, los hombres que han pasado demasiado tiempo en el bosque y han perdido la razón. Una escena en donde uno de los protagonistas encuentra un viejo hominido gris en el corazón del bosque y comienza a sospechar que es el Adán bíblico. Los ojos de una mujer trastornada, proyectando luz desde la oscuridad después de utilizar el Zoopraxiscope de Muybridge.
Tratar de generar un sumario de The Vorrh es casi imposible. Y esto la coloca como una de las novela de fantasía más originales que se han producido en los últimos años. Si le gusto a Alan Moore pueden estar seguros que el nivel de alucinación es bastante elevado.