Revista Cine
Director: Robert Eggers
Me gusta como se ven las dos V juntas en vez de la W en solitario, sólo eso quiero decir, pero es necesario extenderse un poco más. Primero, "The Witch" es una de esas películas sensación y usualmente desconfío de las películas sensación aunque la más de las veces me terminen gustando, como es el presente caso. (En realidad desconfío de la campaña que se arma alrededor). Segundo, "The Witch" es buena no tanto por ser de terror o dar miedo a veces como por otros atributos de los que hablaré vagamente después del salto, si es que no se me cae el internet de nuevo. Tercero, desconfío bastante de "Preacher", la serie, que se estrena aproximadamente en tres semanas, sobre todo si los encargados del guión y la adaptación son dos pelotudos de la talla de Seth Rogen y Evan Goldberg, en quienes confío plenamente si hacen disfrutes como "Superbad" y "Pineapple Express"; ciertamente es infinitamente más recomendable leer el cómic de Garth Ennis y Steve Dillon. Cuarto, también recomiendo que lean "Outcast", nuevo cómic de Robert Kirkman, el creador de "The Walking Dead" (que ya va por el número 154 y sin señales de desfallecer ni perder fuerza e intensidad). Curiosamente "Outcast" también tiene adaptación televisiva de próximo estreno, y aunque no me emocione demasiado, le tengo más fe toda vez que la cadena es Cinemax (la casa de "Banshee", ya en su recta final, y "The Knick". Como ven, una cadena que va en serio) y el trailer lanzado sugiere que respetarán la atmósfera e intención original. Quinto, aún no he visto "El exorcista". Sexto, nada de lo anterior tiene que ver con "The Witch".
Una familia es ex-comulgada de su colonia religiosa y se van a vivir solos por ahí, a formar una granja a sólo un par de kilómetros de la comunidad de "The Village", de M. Night Shyamalan, sólo que al poco tiempo, en vez de paz y prosperidad, se encuentran con un vendaval de cosas malas y tenebrosas.
Provoca mal rollo "The Witch", es cierto, pero hay una diferencia entre causar mal rollo por un ratito y causar mal rollo de manera permanente, esto último siendo miedo de verdad: la diferencia fundamental la hallamos en la causa del mal rollo. Las malas películas de terror apuestan por el susto fácil o, si prefieren "trabajarse" más, en una alargada y arrastrada música tenebrosa mezclada con efectismos de distintos grados, o dicho en palabras simples, creen que la construcción del terror depende del tratamiento formal (o vil y vacua manipulación) de lo audiovisual, el cual, indudablemente, al rato deja de surtir efecto por su calidad de iterativo (se supone que el suspenso, preludio al terror-terror, es justamente lo contrario). "The Witch", por su parte, tiene una fotografía gélida y brumosa y tétrica, una banda sonora que deja los pelos de punta, unas actuaciones intensas (el padre es impresionante e imponente), y un par de elementos ambiguos y sugestivos (la cabra negra, el conejo de ojos saltones) realmente escalofriantes, todo lo cual da como resultado una atmósfera sólida y efectiva, pero también tiene un verdadero drama de fondo, un desgarrador conflicto que trasciende el susto fácil de la bruja mala que hace cosas malas porque sí, aunque el director y guionista acierta un montón en enfocar el peso dramático y narrativo no en la procedencia del mal sino en las consecuencias del mismo, en las indefensas víctimas, que, mal que mal, son una familia que quiere salir adelante y vivir en paz. Muy religiosos y conservadores serán, pero el humano tratamiento que les confiere el debutante Robert Eggers es, justamente, lo que hace que su terror sea tan terrible y doloroso. Claro, pensarán que todo es pecado y cuanta cosa más, pero el padre me conmovió especialmente, pues no parece un fanático estúpido como pensaba que sería; en realidad es bastante cuerdo (dentro de todo, claro, al menos no es como la madre) y amoroso, y sus primeras reacciones siempre son de afecto y genuina preocupación por sus hijos (lo tomaba por un golpeador que expresa el amor de dios mediante la cópula incestuosa... debo estar lleno de prejuicios). Posteriormente el mal desatado lo retuerce todo, pero el amor familiar sigue siendo un pilar fundamental del relato y verlo resquebrajarse poco a poco resulta desolador. Yo creo que ésa es la esencia del relato: familia atacada por fuerzas externas; lo de la bruja y satán (que queda claro desde el inicio, no es ningún spoiler; Eggers no trata con ambigüedad ni acidez lo de la religión ni tampoco pretende elaborar una suerte de ataque o demostración de su, digamos, falta de lógica, si bien, naturalmente, ésta tiene fuerte presencia) es la excelentemente bien elegida y desarrollada fuerza externa, tan potente que llega a incrustarse en la psicología misma de los personajes. A propósito, la trama no es una acumulación gratuita de hechos extraños y horrorosos superficialmente "impactantes", al contrario, sigue una progresión psicológica notable, puesto que los personajes se mantienen en la penumbra y la ignorancia (nosotros sabemos lo de la bruja), por lo tanto medio que dudan de sí mismos y con el correr de los minutos ellos mismos son los que se van asustando solos y dando ambigüedad a las imágenes, dándole mal rollo (es miedo bien construido, al fin y al cabo; son secuencias con coherencia interna). Y, oigan, son noventa minutos que de verdad se pasan volando, así de bien escrito y dirigido está. No piensen que es puro terror-terror, pero si quieren asustarse y pasarlo mal, "The Witch" funciona de todas formas, no obstante, hay que saber apreciar la excelente película que es. ¡Si hasta podría ser un drama familiar!