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The Walking Dead. Intro y (recuperación del ) comentario del comic.

Publicado el 01 octubre 2010 por Crowley
The Walking Dead. Intro y (recuperación del ) comentario del comic.
El otro día, visitando la página Uruloki, descubrí el video que les dejo a continuación y que, seguramente, nada tendrá que ver con la intro con la que (posiblemente) comienze  la serie "The Walking Dead" cuando se estrene el próximo (y esperado) 31 de Octubre, pero desde luego que el trabajo que ha hecho Daniel Kanemoto, es digno de convertirse en los créditos oficiales de la serie de la AMC que dirigirá Frank Darabont.
THE WALKING DEAD "Opening Titles" from Daniel Kanemoto on Vimeo.
The Walking Dead. Intro y (recuperación del ) comentario del comic.
“Somos sujetos sin nombre, naturalezas tipo Kaspar Hauser,
que navegan con rumbo desconocido [...]
Con todo su mundo todavía de viaje, [el rumbo]
quizá pueda revelarse – e incluso ser imaginable por primera vez -
en este viaje de descubrimiento de sí mismo”
Ernst Bloch (1885-1977)

 Cuando en octubre de 2003 Image puso a la venta el primer número de The walking dead, nadie (ni el propio Robert Kirkman quizás) podía imaginarse el éxito y la repercusión que iba a tener una serie como esta en el mundo del comic, más teniendo en cuenta que es una serie en blanco y negro y alejada totalmente de los estándares establecidos por las majors y sus consabidas series de superhéroes que no hacen más que repetir patrones.
 La historia, aparentemente típica de la temática zombie en su origen, nos narra las andanzas de Rick Grimes, agente de policía de un pequeño y tranquilo pueblo, y cómo cambia su vida cuando despierta de un coma producido por un disparo en un mundo pesadillesco y apocalíptico en el que tiene que emprender un duro viaje, tal vez sólo de ida, en busca de su familia perdida y que le cambiará irremediablemente para siempre,. Aunque a simple vista y en un primer momento puede haber (y hay) similitudes entre las películas de George A. Romero y la historia esgrimida por Robert Kirkman, ésta última va más allá, ahondando en la historia de los que quedan para ver lo sucedido, dejando (casi) de un lado los zombis y su incansable búsqueda de cerebros que devorar y decide centrarse en los seres humanos que quedan para tratar de vivir en el horror que les rodea, desarrollando la personalidad de esos supervivientes de forma magistral, personajes que no podemos por más que tomar como nuestros, a los que vemos crecer interiormente y cambiar en cada capítulo y con los que no tenemos más remedio que empatizar... y eso nos hace “odiar” a Mr. Kirkman por el sufrimiento que les ocasiona número tras número.
 La serie es, sin lugar a dudas, mi primera y obligada lectura mensual cuando llego a casa de recoger mi material del Previews, y es que es, como dijera el mismísimo Kirkman, lo más parecido a una sublime película de zombis que nunca termina, que se re inventa cada poco con giros argumentales imposibles para crecer en magnitud y dramatismo, que refleja como ninguna otra serie lo oscuro que puede llegar a ser el mundo y el alma del ser humano, donde los supervivientes tienen que comenzar de cero, buscando nuevos lugares donde asentarse, sitios insospechados para vivir hasta ahora en los que hay que estar siempre alerta y donde han de replantearse todas las normas y valores en los que habían sustentado su acomodada vida para forjar el pilar desde el que erigir una nueva sociedad. La sociedad, tal y como la conocemos ahora, ha desaparecido, y parece imposible que pueda recuperarse, y eso nos lo describe de forma grandiosa el autor de Invincible, que hace aquí una muestra de madurez difícil de superar y un ejercicio de antropología humana y filosofía de la persona como no se ha visto nunca antes en un comic; uno no puede, una vez leídos los números publicados hasta la fecha (el último en mis manos es el 61), sino pararse a reflexionar sobre nuestra colectividad humana, el mundo que nos rodea a diario, lo fútil y vacuo que puede llegar a ser todo y, principalmente, cómo podemos llegar a reaccionar, a perder el control, ante situaciones extremas que ni tan siquiera podíamos imaginar cuando vivíamos una vida guiada por un inteligente equipo de marketing que nos supervisa en todo momento.
 Para Kirkman la familia es un ente sobre el que se debe erigir cualquier civilización, y ese pensamiento no debería resultarnos chocante, ya que desde la época de los Griegos hasta las tribus más remotas de África, es algo primordial; de hecho, nos basta con leer las siguientes palabras de Aristóteles: “En su origen tenemos una comunidad de dos (hombre y mujer, padre-hijos), que agrupados constituyen las familias, a partir de las cuales se compone la aldea y finalmente, la polis como unión de varios pueblos”. Este concepto es algo que ya hemos podido ver en otros trabajos suyos, en los que los lazos familiares son de vital importancia para el desarrollo de la trama y de los acontecimientos que ella se van gestando, como sucede en series como “Invincible” o “The Astounding Wolf-Man”, y es que para el autor es primordial que defendamos ese valor, que protejamos a los nuestros de la mejor manera posible. Como ya he comentado más arriba, Rick, el protagonista de “The Walking Dead”, emprende un viaje para recuperar a su familia desaparecida, un viaje en el que seremos testigos de cómo va evolucionando su persona, su forma, de cómo lucha para encontrar a su mujer y a su hijo y cómo es capaz de cualquier cosa, rompiendo algunas veces sus propias convicciones morales, para alcanzarlos, protegerlos y mantenerlos vivos ante cualquier posible amenaza, sea de un no muerto o de un vivo. A cada paso que da, con cada decisión que toma (a veces acertada, otras totalmente errónea y por consiguiente con repercusiones fatales para él y los demás), con cada zombi que mata, Rick va experimentando cambios y créanme cuando les digo que aquí (como en el resto de la obra) la labor de guionista y dibujante es de auténtica simbiosis mágica, ya que el pobre protagonista reacciona ante lo que le acontece de forma mucho más real que muchas de las personas de la vida real que conocemos en la vida. Podemos ver con claridad como cada día algo se va rompiendo dentro de él, marchitando su alma y haciéndole envejecer emocionalmente a pasos agigantados... y lo peor es que parece estar llegando a un punto de no retorno del que parece imposible que pueda recuperarse.
 The Walking Dead. Intro y (recuperación del ) comentario del comic. El primer arco argumental estuvo dibujado por el amigo incondicional desde la infancia de Robert Kirkman, Tony Moore, con el que había formado equipo casi desde siempre en otras colecciones, como por ejemplo Battle Pope. A pesar de que el dibujo de Moore es estupendo y no se le puede criticar nada, ni un trazo, es de agradecer que dejara la serie para emprender otros proyectos y le cediera el testigo a Charlie Adlard, porque este hombre ha nacido para dibujar esta serie. El primer trabajo que recuerdo haber leído de Adlard es la adaptación al comic de la serie televisiva Expediente X que publicó Topps hace años, y ya entonces me pareció un dibujante interesante y de trazo muy personal. Y en esta obra no hace más que confirmar lo dicho, y es que uno no puede sino ensalzar su trabajo y decir que es un auténtico genio que dibuja a los zombis de forma magistral, alejándose del aspecto monstruoso o burlón tan típico en el mundo de las viñetas o del cine de bajo presupuesto para dotarlos de una extinta humanidad aterradora; aterradora porque comprendemos lo que fueron una vez y lo que son ahora, un amasijo de carne corrompida incapaz de morir porque han perdido su alma y cuya única meta es devorar todo ser viviente que se encuentran a su paso. Y en cuanto a los vivos, sucede lo mismo, su lápiz es capaz de conseguir que los personajes cobren vida, que sus rostros tengan sentimientos y que sean reconocibles a un primer golpe de vista, algo que no se puede decir de otros muchos compañeros de profesión que sólo saben dibujar posturas imposibles de humanos deformes de músculos hipertrofiados e imposibles y rostros clónicos vacuos de toda vida y toda expresión. Antes de dar por finalizadas mis divagaciones sobre este comic, permítanme recomendarles encarecidamente la compra de esta serie de televisión hecha tebeo porque, además de entretenernos, de contar con un guión sólido (que junto con los de Brubaker para Marvel son de lo mejor que se está escribiendo ahora mismo), de sorprendernos con finales dramáticos que te hacen esperar el siguiente número con el mismo ansia que un vampiro espera a su víctima para alimentarse, y que cuenta con un dibujo que nos deja sin palabras, nos hace reflexionar sobre nuestra sociedad, el mundo que nos rodea y en cómo podemos reaccionar cuando perdemos todo lo que tenemos, todo lo que amamos y se nos olvida soñar... Si sólo pueden comprarse un comic-book al mes, háganse un favor y que sea este.The Walking Dead. Intro y (recuperación del ) comentario del comic.

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