Diez años han pasado desde que The Walkmen publicaron Everyone Who Pretended to Like Me Is Gone. Aquel gran debut suponía el inicio de una productiva carrera que a día de hoy se traduce en 8 EPs, 7 LPs y un reconocimiento menor al que se merecen los neoyorquinos, por talento y por clase.
Su rock sucio y oscuro ha ido evolucionando en cada una de sus publicaciones hasta llegar a este Heaven como punto de inflexión. En este álbum han decidido echar el resto y dejarse convencer por Phil Ek para buscar una atmósfera más limpia. El productor, que ha trabajado con Band Of Horses y The Shins, ha dado con la tecla correcta y ha puesto su impronta en el nuevo disco de The Walkmen.
Para empezar, dos colaboraciones de Robin Pecknold, cantante de Fleet Foxes, para poner los pelos de punta. Para continuar, un buen puñado de grandes canciones y para finalizar, una pieza instrumental que estremece y emociona a partes iguales.
Sin perder su marca de identidad, a Hamilton Leithauser y a los suyos se les tiene que hinchar el pecho al haber facturado un disco de tal calibre.
“Song for leigh…”
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