The Washington Post consideró en uno de sus editoriales que “llevar libertad y democracia a la Cuba totalitaria” de estos tiempos “no será una tarea fácil” y valoró como “indispensables” para lograrlo “el valor de parte de los disidentes y demócratas del país y la solidaridad internacional para con ellos”.
En tal sentido el diario estadounidense puso como ejemplo los acontecimientos tras la ceremonia de entrega del Premio Oswaldo Payá, Libertad y Vida y resaltó sobre todo la actuación de la promotora de Cuba Decide Rosa María Payá Acevedo.
Recordó que la joven, al frente de la Red Latinoamericana de Jóvenes por la Democracia “decidió rendir homenaje a su padre (el líder opositor fallecido en circunstancias aún no aclaradas) al otorgarle un premio de derechos humanos en su nombre” a Luis Almagro, secretario general de la OEA y al expresidente chileno Aylwin de forma póstuma.
Rememoró igualmente que varias personalidades fueron invitadas a la ceremonia por la activista y que el régimen de Raúl Castro les impidió entrar, acusándolos de participación en una “actividad anticubana” que calificó de “provocación”.
Para el periódico capitalino “no cabe duda de que el intento no autorizado de la Sra. Payá de honrar a un diplomático internacional ante una compañía tan distinguida le presentó al régimen una opción incómoda: tolerar un ejercicio elemental de sus derechos y los derechos de sus invitados o negarlo e incurrir en un conflicto político internacional”.
The Washington Post calificó como “revelador de la verdadera naturaleza de La Habana” y de sus “verdaderas prioridades” que eligiera la segunda.
“De hecho, el Ministerio de Relaciones Exteriores de Cuba admitió en su declaración su determinación de no ‘sacrificar sus principios fundamentales para mantener las apariencias'”.
Por otra parte, contrastó cuán “reveladores son los límites del ‘compromiso’ del Gobierno de los Estados Unidos con Cuba.
“Mientras estos líderes europeos y latinoamericanos apoyaban la afirmación de libertad de la Sra. Payá, una delegación bipartidista de seis miembros del Congreso, encabezada por el senador demócrata Patrick Leahy, estaba de visita en Cuba promoviendo los lazos comerciales”.
Según dijo el portavoz de Leahy a la publicación capitalina la comitiva tuvo una agenda demasiado “llena” de compromisos, como la reunión con Raúl Castro, para permitir cualquier contacto con Rosa María Payá.
El senador por Vermont “se negó a hacer comentarios sobre la negativa del régimen a admitir al Sr. Almagro y compañía”.
Para el Washington Post, “el señor Trump no es el portavoz ideal para la promoción de la democracia en Cuba o en cualquier otro lugar”, por ello entiende “que los miembros del Congreso deben proveer en nombre de los Estados Unidos “la solidaridad que los demócratas de Cuba necesitan”.
“Más razón para estar decepcionados de que el señor Leahy y sus colegas no proporcionaran más de esta”, concluyó.
Con información de Diario de Cuba, Diario Las Américas y The Washington Post.
¿Qué Opinas?