En honor a su nombre
Siempre he sentido la completa y absoluta LIBERTAD (con mayúsculas) cuando de escribir, describir y darle forma a toda una miscelánea de: emociones, sensaciones, sentimientos y pensamientos que me invaden y que necesitan ser expulsados, se trataba; algunas veces, para no enloquecer, para llorar con palabras, para vaciarme por completo, especialmente cuando mi alma se satura y se resquebraja de tanto dolor porque se sienta extenuada y sin fuerzas para poder continuar. Otras, sin embargo, cuando la felicidad inunda e inyecta a mi corazón de: alegría, amor, positividad y esperanza. Todos mis escritos nacen de esta maraña de situaciones, sentires y lo más importante, siempre redactados y creados desde lo más profundo de mi ser y de mi alma, la que siempre me ha acompañado desde donde vengo y hacia allá por donde voy (mi esencia) y desde donde se origina mi forma de entender la vida, porque sin corazón, sin ánima, no puedo concebir la vida, una vida que pretende ser positiva y auténtica y porque de todo lo que no proceda de él, no quiero saber absolutamente nada.
¿Cómo es posible que haya seres, supuestamente, “humanos” que vagan por el mundo sin detenerse ni un solo instante en ponerse en el lugar del otro? ¿Cómo es que tengan la licencia de hacer daño gratuitamente sin miramiento alguno hacia el otro? ¿Cómo puede ser que existan “personas” que no hagan las cosas con agrado, con pasión, con corazón, con alma? ¿Es que, acaso se lo dejan en sus casas antes de salir? y me dan igual las circunstancias de cada uno, a mí me han arrancado las entrañas en más de una ocasión y aquí estoy, intentando dar siempre la mejor versión de mí misma, por mí, la primera y después por lo demás, porque nadie tiene por qué pagar ni contagiarse de tus miserias ni desgracias particulares.
Si algo nos caracteriza y no sólo por lo que a nuestra estructura física se refiere, que también, es por poseer ese motor tan potente que da vida y sentido a la misma, pero ¿dónde queda en determinadas actitudes crueles e hirientes comportamientos? no se puede vivir de espaldas a ese latiente corazón y poderosa alma que nos conforma, no se puede vivir sin pasión, sin depositar un trocito de nuestra esencia más pura a cada paso que cruzamos, como todo lo que aflora sobre cada una de las letras de este blog. Intentar hacerlo bien no cuesta tanto, ofrecer abiertamente tu más valioso “yo” cada segundo en todos los días de una larga vida que transcurre sin cesar, porque cada día es una nueva oportunidad para hacerlo mejor aún que ayer e intentarlo de nuevo, corregir errores y proponer mejoras en contínua renovación de forma asidua.
Aún así, nunca pierdo la fe en el ser humano y quiero creer que nadie es malo por naturaleza, sino que es su propia historia personal, educación, entre otros factores, lo que justificaría determinados comportamientos y actitudes inadecuados. Pero es que, con la mano en el corazón, la vida y las personas, me sorprenden a veces tanto, que no hacen sino tambalear mis propios conocimientos en la materia e intrínsecas creencias personales.
Reflexión semanal:
- Y vosotros ¿cuál creéis que es la propia naturaleza del ser humano?
- ¿Consideráis que todo de comportamiento se podría justificar, dadas determinadas circunstancias?
- En última instancia: ¿reconocéis a esos des-almados que vagan por el mundo como zombies a los que se les ha ido la vida y hacen como que sobreviven hieráticos, cual pintura egipcia de la época arcaica se tratara?
¡¡Feliz semana!!
By Wendy G. M.