Azuzena Pérez es la madre de Jennifer Sausa la “chica burbuja de Valladolid”. Ambas son como Thelma y Louise en la película homónima, dos mujeres obligadas a vivir una road movie por Estados Unidos en busca de la salud de la segunda, afectada en grado severo de Sensibilidad Química Múltiple (SQM).
En un comentario a una entrevista que le hice hace unos días al doctor Joaquim Fernández-Solá, del Hospital Clinic de Barcelona, el tío abuelo de Jennifer, Rogelio García, cuenta que la joven fue una de las enfermas que tuvo la oportunidad debido a la generosidad del Sr. Francisco Hurtado (El Pocero) de viajar a Dallas y ser atendida por el Dr. William Rea. De aquel tratamiento y su benéfica terapia, puede dar cuenta la afectada; cómo retrocedió su enfermedad y cómo por causas de no poder seguir causas económicas no pudo continuar dicho tratamiento y hubo de volver a España. Ahora Jennifer está nuevamente en Dallas (EE.UU.) y usando el protocolo y terapia del Dr. Rea ha vuelto a mejorar respecto a las condiciones; “está demostrado, al menos en esta paciente, que los tratamientos aplicados por este Dr., aunque lentos, dan resultados”, argumenta García:
“Hemos tenido que salir de Dallas porque han realizado unas obras tremendas de rehabilitacion en el edificio donde Rea tiene los apartamentos, siempre ocurre algo, las amenazas del mundo ‘normal’. El tratamiento, que no solo son los sueros es también sauna, dieta rotatoria, alimentos ecológicos suficientes para poder hacer esta, filtros de agua en toda la casa, por supuesto una vivienda construida con materiales adecuados en un entorno libre de agresiones químicas (control ambiental por encima de todo) … en fin que me entristece saber que todo eso que hizo que mi hija mejorase tanto no se contemple como algo que en verdad ayuda, es decir que da esperanza a quienes padecen afecciones de este tipo.
De no ser efectivo y de no conseguir calidad de vida yo no hubiera venido aquí por segunda vez con todo el esfuerzo y sacrificio que eso supone. Después de un año horroroso en España no conseguí nada de la alimentación que mi hija necesita, por mencionar algo primario que no es medicamentoso. Tampoco logré que ningún hospital le pudiera ver en un lugar seguro. No, no, es muy serio esto, la calidad de vida de las personas enfermas crónicas es algo a valorar”.
Hoy Azuzena volvió a escribir: ”Estamos en la comunidad más importante o casi la única en el mundo de personas con SQM. Somos 60 vecinos. Todas las casas han sido construidas especialmente para afectados y la zona es puro desierto salvaje pero a 30 minutos del pueblo. Aquí hay gente que trabaja para los enfermos, para ir a comprar y las cosas de la casa, personas del pueblo, que se llama Snowflake, que hace años vienen llevando el mismo protocolo de productos orgánicos o ecológicos en su casa, así pueden estar con nosotros.
Realmente todo es muy difícil, he tenido una vez más que traer a mi hija dos días conduciendo atravesando este país como cuando lo hacían en carretas hasta llegar al Oeste pero a la vez me siento afortunada después de tanto trabajo porque aquí es donde ella necesita estar ahora. Independientemente del tratamiento, este lugar es el adecuado para estos enfermos, aquí han parado los más afectados que no se ven en Dallas, por la importancia de vivir en un lugar libre de agresiones.
El Dr. Rea hace un seguimiento semanal por teléfono para ver cómo va todo y pensamos en la posibilidad de instaurar parte del tratamiento aquí. Jenni continúa con problemas que solucionar y afectaciones que no mejoran, ya veremos cómo evoluciona todo dándole tiempo aquí, en un lugar limpio que es la base de todos los tratamientos.
Un abrazo fuerte desde Arizona ,donde parece que el tiempo se paro”.
Más info en el libro La salud que viene que narra la vida de varias personas afectadas de SQM.