Revista Decoración

Theo Jansen y sus criaturas cinéticas

Por Ameboide @infoameboide

Theo Jansen es un ingeniero, científico y artista que en los años 80 comenzó a crear programas de simulación algorítmica de vida artificial. Este interés por diseñar organismos vivos y autómatas a través de software es el que le lleva a iniciar su serie de esculturas cinéticas Strandbeest. Este físico, convertido en pintor se volvió escultor cinético dedicando más de 20 años al desarrollo de nuevas formas de vida.

Las criaturas de playa se presentan con diversas formas orgánicas, como gigantescos insectos. No requieren de motores, ni sensores de tecnología avanzada para cobrar vida, se mueven gracias a la fuerza del viento y a la arena mojada. Están realizadas con tubos de PVC , botellas de limonada, hilos de nylon y cinta adhesiva. La fuerza del viento es la energía que necesitan para desplazarse, caminan sobre la arena húmeda de la playa, si detectan la arena seca de las dunas o el agua del mar se detienen y retroceden. Cada criatura sigue un código genético diferente, los ganadores se multiplicarán y seguirán evolucionando. Son capaces de almacenar el viento, las alas bombean el aire hacia las botellas de limonada, pudiendo usar la energía en caso de que no haya viento.

Según el artista tenemos una nueva rueda. Este sistema de movimiento se ha llevado a Animaris Rhinozeros, una criatura capaz de soportar toneladas de peso que puede ser movida por una sola persona sin necesidad de viento ni arena mojada, todo gracias a un ingenioso sistema de impulsión basado en aire comprimido almacenado en botellas de refrescos.

A través de un estudio de la historia de la evolución biológica Jansen dota a las nuevas generaciones de criaturas de capacidades cada vez mayores. El proceso comienza en un ordenador, donde Jansen los estudia como organismos de vida artificial que compiten entre sí para ver quién es más veloz. Reconstruye en tres dimensiones a las criaturas vencedoras y las que se desplazan con más efectividad seguirán mutando y evolucionando hasta conseguir que sean capaces de habitar su entorno. Animaris Sabulosa por ejemplo, es capaz de tomar decisiones para asegurar su supervivencia, hunde su nariz en la arena para anclarse en el momento que detecta que el viento es demasiado fuerte para que pueda permanecer en pie. El artista holandés prevé que en un futuro sus criaturas se volverán cada vez más sofisticadas anatómicamente, desarrollando músculos, un sistema nervioso y algún tipo de cerebro que les permita tomar decisiones complejas. Su objetivo es que algún día estas criaturas aprendan a evolucionar y continúen su existencia como cualquier otro organismo.

Theo Jansen y sus criaturas cinéticas

Los que también os hayáis enamorado de estas maravillosas criaturas tenéis que saber que existen miniaturas a la venta. Se presentan en un kit de 117 piezas con instrucciones de montaje consiguiendo una criatura con una medida de 20x13x17 cm. Uno de esos regalos que sin duda dejan huella.


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